Los aeropuertos de Aragón para mal, para bien o para no se sabe muy bien que; siguen sorprendiendo a propios y extraños debido a su "creatividad" para afrontar la crisis.
Por el momento el aeropuerto de Zaragoza nos deja recientes perlas como la de que su gran amiga la compañía irlandesa Ryannair, deja tirados a un buen número de estudiantes de viaje a Londres. (Por supuesto los afectados ya han presentado su correspondiente reclamación). Las "buenas noticias" según informa el Periódico de Aragón son la gran versatilidad de los vuelos especialmente fletados para viajes programados, los cuales todos sabemos son más caros de lo habitual, de algo hay que vivir está claro.
Pero no estamos para criticar a compañías aéreas o agencias de viajes, queremos expresar nuestro asombro cuando el periódico anteriormente citado, comenta en su artículo: unos cambios de hábito en los consumidores aragoneses. La verdad, esos estudios de mercado como profesional del sector me dejan atónito. Una cosa es crear esperanza y otra cosa es esperanzarse.
Tampoco es cuestión de criticar a una fuente de información (un derrape lo tiene cualquiera), solo decir que la cosa no pinta bien para el abandonado aeropuerto de Zaragoza, el cual ha descendido su capacidad de transporte debido a las ya más que conocidas causas de contrataciones vinculantes y deudas con algunas de esas compañías aéreas. El hecho de que se hagan viajes programados desde Zaragoza no es algo negativo, lo negativo es que no se comenta la mayor fuente de ingresos del aeropuerto, que nos atrevemos a decir es el comercio exterior, el auténtico motor de un pequeño aeropuerto, venido a menos en los últimos años.
Es curioso que este fuera el primer tema de este blog: El problema de los aeropuertos en Aragón, donde criticábamos algunas de las acciones de los gobiernos tanto nacional como autonómico. Acciones derrochadoras, sin estrategia largoplacista, con mucho humo y poca ilusión. Acciones a las que se suma el aeropuerto de Teruel. Esperemos que en este caso y con la ayuda de empresas como TARMAC, hagan de la región una oportunidad para lo que dicen es una posibilidad de generar actividad económica. Esperemos que la planificación para los aeropuertos aragoneses sea de verdad la de generar, además de empleo: actividad y comercio; ya que son las únicas cosas que están claras para nuestra recuperación. No más parches y soluciones precipitadas. Suerte en los propósitos.
Mariano Gallardo Lorente