Y agregan como parte de su justificaión que dicha presencia se debe fundamentalmente a la necesidad de recuperar los atrasos en la ruta crítica del cronograma constructivo. Se trata de operarios de la construcción de alta calificación y destreza, con experiencias en otras latitudes.
Los constructores Indios se dedican a especialidades como el enchape. Otros son masilleros, instaladores mecánicos y de distintos oficios y especialidades de alta demanda en este tipo de obra.
Pero Almest le da esperanzas a los constructores de la isla, pues en estos momentos se encuentra en proceso la capacitación de una masa de jóvenes cubanos. Puntualmente se les enseña especialidades muy propias de la construcción de hoteles.
Como para humillar a los constructores cubanos la patriótica y muy revolucionaria empresa cubana Almest les restriega en la cara a los nacionales que el rendimiento de los trabajadores de la India en las obras es tres o cuatro veces superior al registrado como media en el país. El resultado de su trabajo es de muy alta calidad. Su presencia está impregnando un alto aprovechamiento de la jornada laboral, lo que redunda en una mayor productividad.
Olvidan decir los integrantes de Almest que los constructores de La India cobran un salario de miles de dólares, tienen garantizadas la alimentación, el hospedaje y el transporte de primer nivel, y son vistos como los nuevos colonizadores del casco histórico de La Habana.El Hotel Manzana, ubicado en la antigua edificación de la Manzana de Gómez, se concluirá para inicios del próximo año, según explicaron directivos de Almest. Será un hotel de lujo y lo explotarán el Grupo de Turismo Gaviota y la Cadena Hotelera Internacional Kempinski. Un hotel en el que quizás podrán hospedarse en un futuro cercano los propios constructores de la India a diferencia de cualquier enchapador, albañil o constructor cubano.
Almest debería preguntarse que opinarían al respecto Juan Almeida y Armando Mestre, dos luchadores cubanos de la raza negra, que sustentaron sus luchas en la igualdad y contra la discriminación racial y laboral en todos los sentidos, cuyos nombres son usados como patenete de corso para fomentar políticas completamente discriminatorias por aquello de que en términos de manipulación no hay peor astilla que la del mismo palo. Con información del Diario Oficialista Juventud Rebelde. ¿Qué Opinas?