Actualmente, en Europa, tanto las viviendas como los edificios públicos son los mayores consumidores de energía (un 40%) y, por tanto, los mayores emisores de CO2 (36%).
Esto significa que el sector de la construcción tiene un papel fundamental que jugar en el ahorro de energía y, en consecuencia, en la reducción de las emisiones del dióxido de carbono. De hecho, la Unión Europea lo considera como un sector clave para contribuir positivamente a que se cumplan los objetivos de 2020 con los que se pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a 1990 en un 20%, alcanzar un 20% de uso de energías renovables, y mejorar la eficiencia energética en un 20%. De acuerdo con la Directiva europea sobre a la eficiencia energética de los edificios, refundida en mayo de 2010, este proceso ya está en marcha. La Directiva hace previsiones importantes para mejorar el rendimiento energético de los edificios existentes y resuelve que todas las nuevas edificaciones tengan una demanda de energía “casi cero” a partir de 2021, aunque esta medida se pondrá en marcha en los edificios públicos en 2019. Las certificaciones de edificios sostenibles como LEED o BREEAM establecen criterios adicionales sobre la eficiencia energética que solo pueden satisfacerse gracias a las soluciones de aislamiento.
LA CONTRIBUCIÓN DE LOS AISLAMIENTOS PLÁSTICOS A LA SOSTENIBILIDAD
Los plásticos se usan para una creciente y amplia variedad de aplicaciones en los edificios: desde el aislamiento hasta las tuberías y desde los marcos de las ventanas hasta el diseño de interiores. Su popularidad se debe a su sostenibilidad, su solidez y durabilidad, su resistencia a la corrosión, su escaso mantenimiento, su ligereza y facilidad de puesta en obra, su eficiencia de costes y el sinfín de acabados que ofrecen.
Las necesidades energéticas para calentar y refrigerar un edificio pueden suponer hasta un 60% del consumo total de energía del edificio. Por eso, conseguir que los edificios sean energéticamente más eficientes y reducir el consumo de energía es fundamental para minimizar su impacto ambiental.
Esto se puede lograr, de la manera más eficiente y rentable, con soluciones plásticas para: aislamiento de tejados, sistemas de ventilación / retorno de aire caliente, aislamiento de fachadas exteriores, aislamiento de paredes interiores, ventanas con triple acristalamiento, aislamiento de sótanos y sistemas de calefacción / refrigeración por suelo y techo radiantes, etc.
La eficacia energética de los materiales plásticos para aislamiento de edificios ha sido ampliamente demostrada. Por ello se puede afirmar que las soluciones plásticas contribuyen de manera eficaz a la sostenibilidad del sector de la construcción.
LOS BENEFICIOS DEL AISLAMIENTO DE PLÁSTICO PARA EL MEDIO AMBIENTE
Las soluciones plásticas para el aislamiento suelen requerir un grosor mínimo para lograr la mayor eficiencia energética. Ese grosor mínimo reduce el terreno empleado para la construcción de los edificios y las dimensiones de la estructura, con el beneficio añadido de que los anclajes y el entramado son, a su vez, menores.
Estas ventajas las convierten en las soluciones aislantes más eficaces del mercado. Son fáciles de instalar tanto en los edificios existentes como en los de nueva construcción, muy duraderas y ofrecen el mismo nivel de rendimiento durante toda la vida del edificio.
A continuación se facilitan algunos datos sobre la contribución de las soluciones plásticas al ahorro energético*:
- A lo largo de toda la vida de un edificio, las aplicaciones plásticas para aislamiento térmico presentan un ahorro de energía de, como mínimo, 9.500 MGJ.
- Este ahorro energético se traduce en un ahorro aproximado de 536 millones de toneladas de emisiones de CO2.
- El ahorro energético que generan a los largo de su fase de uso es 150 veces mayor que la energía que se ha necesitado para fabricarlas.
- La energía necesaria para su fabricación queda compensada con el ahorro energético logrado en los 4 primeros meses de la fase de uso.
- Gracias a los marcos y perfiles de plástico, las pérdidas a través de estos elementos de las ventanas se han reducido en un 50% desde 1970.
- En general, son más ligeros y finos que los materiales alternativos, lo que implica ahorro de materias primas, de recursos y de emisiones.
Al llegar al final de su vida útil, estos materiales pueden reciclarse o recuperarse. Además, no se degradan ni se deterioran, de forma que pueden recuperarse en varios días, como por ejemplo, añadiéndolos a nuevos aislamientos o adaptándolos a nuevas aplicaciones. Finalmente, la energía almacenada en los plásticos puede recuperarse en plantas de recuperación energética y usarse para la calefacción local y electricidad.
EL VALOR Y LOS BENEFICIOS DEL AISLAMIENTO DE PLÁSTICO PARA LA ECONOMÍA
Las inversiones en aislamiento son las que ofrecen un coste menor en la reducción de las emisiones de CO2 y cuentan con un periodo de amortización menor que el de otras soluciones. El ahorro derivado de las facturas energéticas amortiza la inversión en unos pocos meses.
El bajo coste del producto lo hace atractivo tanto para los nuevos constructores, como para quienes rehabilitan los edificios, así como para los inquilinos, que también pueden ahorrar en las facturas de calefacción y refrigeración.
En términos de oportunidad de inversión, los aislamientos plásticos ofrecen un retorno de la inversión mayor que el de otros productos financieros. A medida que la legislación y las preocupaciones medioambientales han ido concienciando de los importantes beneficios del aislamiento en el sector de construcción y rehabilitación, el mercado se ha desarrollado significativamente y por tanto, es un sector económico que está destinado a ir creciendo sustancialmente.
EL VALOR Y LOS BENEFICIOS DEL AISLAMIENTO DE PLÁSTICO PARA LA SOCIEDAD
Además, construir viviendas asequibles, sostenibles y energéticamente eficientes ayuda a reducir la pobreza, crea valor añadido y empleos, a la vez que ofrece más comodidad en edificios bien aislados.
En definitiva, las aplicaciones plásticas para el aislamiento contribuyen significativamente a la mejora de la eficiencia energética de los edificios y a la reducción de las emisiones de CO2, haciendo que el sector de la construcción sea cada día más sostenible y ayudando a que se cumplan los objetivos energéticos y climáticos de nuestra sociedad.
*Datos del estudio del Instituto austriaco Denkstatt: “El impacto de los plásticos, durante su ciclo de vida,
sobre el consumo de energía y sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa”
Fuente: Revista BIA