Un estudio de investigadores de la Universidad de California en Davis confirma los riesgos para la salud relacionados con el tipo de azúcar consumido, y el riesgo es mayor cuando se combinan los azúcares, lo que tiene importantes implicaciones para las pautas dietéticas.
El azúcar en forma de fructosa es claramente mala ya que termina en el hígado produciendo ácido úrico y grasa en forma de triglicéridos, que aumentan el riesgo de hígado graso, enfermedades cardíacas y gota. Pero los nuevos datos muestran que no debemos dejar que la glucosa se salga de control.
Este estudio, publicado en Metabolism Journal, examino las diferencias en los factores de riesgo para la salud según el tipo de azúcar. Los participantes consumieron bebidas que contenían fructosa, glucosa, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa o un control de aspartamo, y luego los investigadores analizaron su sangre en busca de factores de riesgo conocidos de enfermedad cardíaca y diabetes. Los factores de riesgo fueron más altos para la fructosa y más bajos para la glucosa. Sin embargo, los factores de riesgo que son los más predictivos de enfermedades cardíacas, los aumentos fueron más altos para el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa debido a una interacción de fructosa y glucosa.
Los resultados sugieren que las pautas dietéticas y las elecciones de los consumidores no deben basarse en la suposición de que todos los efectos adversos de los azúcares en la dieta se deben al contenido de fructosa.
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