Revista Insólito

Los alimentos que dañan la memoria: lo que debe evitar para proteger su cerebro

Publicado el 19 noviembre 2025 por Andhe7 @mundonets

Los alimentos que dañan la memoria: lo que debe evitar para proteger su cerebro


Varios estudios médicos advierten que ciertos alimentos pueden afectar la memoria, acelerar el deterioro cognitivo y aumentar el riesgo de enfermedades como el Alzheimer. Expertos señalan que la dieta es un factor clave para mantener el cerebro protegido y en buen funcionamiento.

Grasas trans: las más perjudiciales para el cerebro

Productos como margarinas, glaseados, alimentos de paquete y comidas ultraprocesadas contienen grasas trans, una sustancia asociada al aumento de inflamación cerebral y pérdida de memoria.

Un estudio publicado en Neurology encontró que los adultos mayores con altos niveles de ácido elaídico —presente en estas grasas— tienen mayor probabilidad de desarrollar demencia.

Alcohol en exceso: impacto directo en la memoria

El consumo elevado de alcohol altera las vías de comunicación neuronal, afecta el estado de ánimo y dificulta la retención de información. A largo plazo, puede contribuir a trastornos cognitivos y daños estructurales en el cerebro.

Bebidas azucaradas y refrescos light

Los refrescos, tés endulzados y bebidas con alto contenido de azúcar están relacionados con la reducción del tamaño de áreas cerebrales involucradas en el aprendizaje.

Incluso los refrescos light representan riesgos: estudios asociaron los edulcorantes artificiales con mayor incidencia de demencia y accidentes cerebrovasculares.

Alimentos fritos y ultraprocesados

Papas fritas, donas, empanizados y comidas rápidas incrementan la inflamación sistémica y pueden dañar los vasos sanguíneos que nutren el cerebro. Investigaciones revelan que quienes consumen estos alimentos de manera habitual muestran peores resultados en pruebas de memoria.

Carbohidratos refinados: picos de azúcar y confusión mental

Pan blanco, pastas refinadas y dulces generan fluctuaciones en la glucosa que derivan en fatiga mental, irritabilidad y problemas de concentración. Su consumo frecuente está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Carnes rojas y lácteos enteros: grasas saturadas a limitar

Las grasas saturadas pueden influir en el deterioro cognitivo. La dieta MIND —recomendada para proteger el cerebro— sugiere reducir la ingesta de carnes rojas, quesos maduros y lácteos enteros.

Pescados con alto contenido de mercurio

Especies como el pez espada y el atún aleta amarilla contienen mercurio, un metal neurotóxico que afecta la memoria y ralentiza la función cognitiva.

Aderezos, salsas y jarabes industriales

Muchos de estos productos están elaborados con jarabe de maíz de alta fructosa, ingrediente asociado con inflamación cerebral, resistencia a la insulina y disminución de la memoria.

Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, grasas saludables y pescado bajo en mercurio, puede ayudar a mantener la memoria en buen estado y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

Varios estudios médicos advierten que ciertos alimentos pueden afectar la memoria, acelerar el deterioro cognitivo y aumentar el riesgo de enfermedades como el Alzheimer. Expertos señalan que la dieta es un factor clave para mantener el cerebro protegido y en buen funcionamiento.

Grasas trans: las más perjudiciales para el cerebro

Productos como margarinas, glaseados, alimentos de paquete y comidas ultraprocesadas contienen grasas trans, una sustancia asociada al aumento de inflamación cerebral y pérdida de memoria.

Un estudio publicado en Neurology encontró que los adultos mayores con altos niveles de ácido elaídico —presente en estas grasas— tienen mayor probabilidad de desarrollar demencia.

Alcohol en exceso: impacto directo en la memoria

El consumo elevado de alcohol altera las vías de comunicación neuronal, afecta el estado de ánimo y dificulta la retención de información. A largo plazo, puede contribuir a trastornos cognitivos y daños estructurales en el cerebro.

Bebidas azucaradas y refrescos light

Los refrescos, tés endulzados y bebidas con alto contenido de azúcar están relacionados con la reducción del tamaño de áreas cerebrales involucradas en el aprendizaje.

Incluso los refrescos light representan riesgos: estudios asociaron los edulcorantes artificiales con mayor incidencia de demencia y accidentes cerebrovasculares.

Alimentos fritos y ultraprocesados

Papas fritas, donas, empanizados y comidas rápidas incrementan la inflamación sistémica y pueden dañar los vasos sanguíneos que nutren el cerebro. Investigaciones revelan que quienes consumen estos alimentos de manera habitual muestran peores resultados en pruebas de memoria.

Carbohidratos refinados: picos de azúcar y confusión mental

Pan blanco, pastas refinadas y dulces generan fluctuaciones en la glucosa que derivan en fatiga mental, irritabilidad y problemas de concentración. Su consumo frecuente está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Carnes rojas y lácteos enteros: grasas saturadas a limitar

Las grasas saturadas pueden influir en el deterioro cognitivo. La dieta MIND —recomendada para proteger el cerebro— sugiere reducir la ingesta de carnes rojas, quesos maduros y lácteos enteros.

Pescados con alto contenido de mercurio

Especies como el pez espada y el atún aleta amarilla contienen mercurio, un metal neurotóxico que afecta la memoria y ralentiza la función cognitiva.

Aderezos, salsas y jarabes industriales

Muchos de estos productos están elaborados con jarabe de maíz de alta fructosa, ingrediente asociado con inflamación cerebral, resistencia a la insulina y disminución de la memoria.

Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, grasas saludables y pescado bajo en mercurio, puede ayudar a mantener la memoria en buen estado y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

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