Uno de los pocos momentos "almodovarescos" del film
El mundo gay pierde realidad y se desdibuja en lo chabacán contando la historia de una tripulación desenfrenada y aburrida de "locas" que atienden todas las labores en un vuelo comercial: piloto, copiloto y auxiliares de vuelo. La dignidad, complejidad y veracidad de la comunidad LGBT se aplasta en una serie de caricaturas grotescas más cercanas a figurines y marionetas que a seres humanos con virtudes y defectos.No contento con esto, el director parece haber abandonado a la deriva su avión a punto de estrellarse con un guión tan flojo e inverosímil, pero sobre todo, con poco humor, casi nulo en el que medio sobrevive el personaje de la vidente (la siempre genial Lola Dueñas) quien resulta interesante en medio de las desperdiciadas luminarias que acompañan regularmente al realizador: Javier Cámara, Cecilia Roth y Blanca Suárez entre otros.
El film resulta una comedia chocante, que se estrella sin divertir ni enamorar. PARA OLVIDAR.