CDMX.- Las organizaciones y comunidades ambientalistas lideradas por jóvenes se están movilizando contra PEMEX y la tendencia a expandir la dependencia de combustibles fósiles y la inacción climática en México. Exigiendo acciones para abordar la crisis climática, activistas en los estados de Tabasco, Nuevo León, Ciudad de México, Jalisco y Baja California Sur, organizaron una serie de acciones para denunciar a PEMEX (la empresa petrolera estatal) y al presidente Andrés Planes energéticos de Manuel López Obrador que han favorecido sistemáticamente los combustibles fósiles extracción y expansión. Este miércoles 6 de octubre se realizarán acciones en 5 ciudades: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, La Paz y Paraíso, articuladas bajo el banner: #PemexNoTeAma [Pemex no te quiere], un mensaje que parece romperse la imagen de amor y orgullo de los mexicanos con el emisor número uno de GHG en su país.
Obrador ha rechazado repetidamente la crisis climática; en cambio, ha reactivado la industria del carbón en el estado de Coahuila, incrementó el uso de gasolina para energía generación, y abogó por una mayor producción de petróleo y gas con el fin de reducir la dependencia. El gobierno ha adoptado una postura descarada e implacable para fortalecer el rol de PEMEX y la eléctrica estatal CFE. Este es apoyado por los emblemáticos proyectos de mega desarrollo de Obrador, liderados por una empresa petrolera refinería que procesará 340.000 barriles de petróleo por día, pero también incluye dos regionales trenes y un aeropuerto internacional que profundizarán la dependencia de México de combustibles fósiles en las próximas décadas.
Las acciones ocurrieron a raíz de la nueva energía constitucional de López Obrador, propuesta de reforma, que fue enviada al Congreso el 1 de octubre. La iniciativa colocar efectivamente a CFE como el único proveedor de electricidad. "Este es solo el último de una serie de las acciones que el gobierno había tomado para distraernos. Se necesita acción urgente”, dijo Montserrat Ledezma, de la organización Ecolectiva. “A medida que nos acercamos a la primera mitad de su presidencia, el presidente aún tiene que producir un plan integral para democratizar o ampliar el uso de energías renovables” Pablo Montaño, de la misma organización, agregó.
“No estamos abogando por un retorno al marco legal anterior que el presidente está tratando de reprender”, dijo Pablo Ramírez de Greenpeace México, “ni estamos defendiendo a las empresas que dicen abogar por una transición sin democratizar el sector energético, o gobiernos anteriores que aprobaron leyes sin tener en cuenta los derechos humanos y los procesos democráticos, exigimos que el gobierno tome medidas urgentes para reducir nuestra dependencia de combustibles fósiles y aborde la pobreza energética con una acción climática audaz ”.
México no solo se ha quedado corto en la reducción de sus compromisos climáticos ante las Naciones Unidas, sino que se está moviendo activamente en la dirección opuesta. PEMEX es el noveno contribuyente más grande de emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) en el mundo, colocando más de 20 mil millones de toneladas de Co2 en la atmósfera desde 1965. Según algunas estimaciones, se mantendrá como uno de los principales contribuyentes al desarrollo de petróleo y gas (dentro de los 15 primeros) en el futuro a menos que el gobierno se vea obligado a tomar acciones radicales.
Sin embargo, incluso cuando la evidencia de las consecuencias catastróficas del calentamiento global se vuelve más clara, como mostró el principal informe del IPCC hace solo unos meses, el gobierno ha propuesto un plan de acción limitado, sin lograr aumentar la ambición y convenientemente haciendo la vista gorda ante la expansión petrolera y los impactos ambientales de los megaproyectos de infraestructura del gobierno. En cambio, el gobierno ha propuesto revitalizar grandes represas hidroeléctricas y plantar árboles en el sur de México. “Estos planes no han recibido un escrutinio climático adecuado”, dijo José Miguel Olvera de la organización Nuestro Futuro AC. “Su potencial de mitigación es propenso a verse comprometido en un mundo en calentamiento, debilitando así el argumento del presidente de que puede componer las emisiones provenientes de su obsesiva búsqueda de crecimiento económico y desarrollo impulsado por el petróleo con estos proyectos”, agregó Olvera.
“Los países más ricos tienen una responsabilidad histórica y, por lo tanto, deben asumir mayores compromisos para enfrentar la crisis climática, sin embargo, esto no le da a México una manera fácil de tomar medidas serias al afirmar que no es un contribuyente significativo a las emisiones globales de GHG”, Dijo María Reyes de Fridays for Future México. “Las comunidades vulnerables de México se encuentran entre las más afectadas por la crisis climática en América Latina. Y, sin embargo, la falta de voluntad del señor Obrador para tomarse en serio la crisis climática y actuar en consecuencia está agregando más leña al fuego que ya está consumiendo al país ”, agregó Reyes.
Comunicado de prensa original enviado a este medio informativo: