Revista Infancia
Detrás de una tormenta, siempre llega la calma. Llevábamos ya unos meses en los que Patricia - la "ex" del Terro - ni crujía ni mugía. Y el Terro vivía arrobado con su Raquel del alma, que le escribe poemas llenos de amor y faltas de ortografía a nivel ochoañil. Hasta hace unos días. Porque, aunque no lo digan, después de la calma, vuelve a empezar la tormenta. Más pronto o más tarde. Que el clima y el amor son así de puñeteros, oigan. - ¿Sabes qué? - me dice mi hijo nada más salir del cole - Patricia es ahora novia de Miguel ¡ZAS! Qué niña esta. Tiene más giros sentimentales que el tiovivo. - ¿Ah, sí? - Sí - contesta él y, luego, me mira interrogante - ¿Qué te parece? - Me parece que esa niña no sabe lo que quiere. Él asiente con la cabeza, concentrado. Y el tema queda ahí. Al cabo de los días, me cuenta: - ¿Sabes qué? - yo ya sé, por la introducción, que viene algo de Patricia. - ¿Qué? - Que Patricia ha dejado a Miguel - efectivamente. - Pues sí que le ha durado mucho este. A este paso va a ser ex de toda la clase. - Sí, luego Miguel ha venido a hablar conmigo y con Daniel. - ¿Ah, sí? - una reunión de los tres ex novios. La cosa se pone interesante. Por lo visto, el Terro al ver sentados a sus dos ex-rivales, comentó: "¿Sabes lo malo de Patricia? Que te cuenta un rollo de que es demasiado pequeña y que tienes que esperar a los dieciséis años y a la semana tiene otro novio". Los otros dos levantaron la mirada, sorprendidos y dijeron al unísono: "¿A ti también te dijo eso?"Y empezaron a reírse como locos, los tres Si es que para que no haya tormenta, no hay nada como poner las cosas en común.