Un estudio sobre el opioide remifentanilo concluye que la creencia de que no funcionará disminuye su eficacia.
El placebo es de sobra conocido por los profesionales sanitarios y forma parte del día a día de muchos ensayos clínicos. Un estudio publicado en Plos One a finales de diciembre de 2010 concluye que sería efectivo incluso si el paciente sabe que lo es. Expertos subrayan la importancia del efecto opuesto, conocido como nocebo, por el que la falta de expectativas de un paciente sobre la eficacia de un fármaco la reduciría realmente.
El último número de Science Translational Medicine incluye un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) que documenta ambos efectos mediante imágenes cerebrales tomadas de los voluntarios que participaron en él. Se les aplicó calor en una pierna, se les administró un analgésico y fueron divididos en tres grupos: los que tenían esperanzas sobre la efectividad del fármaco que se les iba a administrar, los indiferentes y los que pensaban que el medicamento no les haría ningún bien.
La eficacia de la molécula se vio aumentada en los sujetos optimistas, mientras que se disminuyó en los pesimistas y los indiferentes. El analgésico utilizado fue Ultiva (remifentanilo), un opioide de rápida acción del laboratorio GlaxoSmithKline. A pesar de que en España causan cierto recelo pese a la petición de los expertos de más información para superarlo, los opioides (sobre todo los menores) son muy utilizados en países como Reino Unido.
CONCIENCIACIÓN
Respecto al estudio, Enrique Peña, coordinador del grupo de trabajo Digestivo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), señala que “en los efectos de los analgésicos, la concienciación de la persona juega un papel vital”. Y recalca la importancia del nocebo: “Si piensan que no les va a hacer nada, no les hará nada”. Además, para el experto, el hecho de que el efecto de los analgésicos “sea muy variable para cada paciente, tanto por el tiempo que dura el alivio como por la intensidad de éste”, juega un papel muy importante en este sentido.
Mercedes Ricote, coordinadora del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento y Seguridad del Paciente de Semergen, también opina que la vertiente psicológica es muy importante en el tratamiento con analgésicos. De hecho, recalca que desde la atención primaria se presta la suficiente atención a factores psicológicos a la hora tanto de prescribir como de hacer un seguimiento de un tratamiento con analgésicos.
La experta señala que las expectativas no serían el único factor del que depende la eficacia de un medicamento contra el dolor: “Todas estas moléculas tienen un nivel y una validez que están probados”. También insiste en que la educación al paciente es vital. “Cuando alguien viene a la consulta diciendo que el analgésico no ha hecho nada, lo primero que hago es preguntar si, por ejemplo, ha seguido correctamente la pauta del tratamiento”, ejemplifica Peña.