Un grupo de matemáticos rusos mantiene que los ángeles de la guarda sí existen. Aseguran que en cualquier catástrofe aérea, marítima o ferroviaria siempre hay supervivientes: los que por una u otra razón devolvieron los billetes o llegaron tarde y perdieron el tren, el barco o el avión accidentado. Valeri Isákov, el líder de la investigación, comunica que el análisis de un gran número de eventos de este tipo reveló que en todo el mundo existe una cierta anomalía estadística: los trayectos accidentados siempre van menos llenos de lo normal.