De pequeños aprendemos los sonidos de los animales, quizás con más finalidad distractora que educativa. Asimilamos cómo suenan los ladridos, maullidos, mugidos, aullidos rugidos, etc. En definitiva, los sonidos típicos de la fauna de las granjas y grandes documentales. Ya más mayores creemos saberlo todo y esto nos parece tan básico que ni se nos pasa por la cabeza que nos puedan engañar.
Así, por ejemplo, si nos imaginamos el rugido de un león muchos de acordarán del mítico ejemplar de la Metro-Golwyng-Mayer. Aunque en algunas versiones se escucha el rugido de un león, ni este proviene siempre del mismo león que se muestra ni es de ningún miembro de esta especie. En el logo con Leo, el quinto y último león de la Metro, usa el rugido de Tanner, el tercer león y el primero en Technicolor. Comenzando con Poltergeist (1982), el rugido de Tanner fue sustituido por el de un tigre. Es posible que si has nacido después de los años 80 no hayas oído ningún león al comienzo de sus películas.
Tampoco con Disney, ya que en El rey león los rugidos de los personajes principales también fueron sustituidos por los de tigres. El dato curioso es que aquellos en los que no, lo hizo Frank Welker usando un cubo de basura. Como se pueden ver en el primer vídeo, el temible rugido con el que estamos familiarizados es el del tigre, mientras que en el segundo podéis ver la labor de Frank.
Cuando una película puramente americana, patriótica como ella sola, comienza a mostrar símbolos de libertad, democracia y progreso, como la bandera ondeando y su saludo, el himno americano solo se ve interrumpido por la llamada de un águila calva con los ojos fijos en el esplendoroso futuro del país. Su chillido está tan ligado a ella, que no tiene ni que mostrarse al animal.
Claro, que luego escuchas cómo se oye un águila calva de verdad y da un poco de pena. En realidad, lo que siempre oyes es un ratonero de cola roja (Buteo jamaicensis). Además, el águila calva puede ser el único símbolo femenino desde Columbia, la antigua personificación de los Estados Unidos, ya que debido a su mayor tamaño, generalmente se muestra a las hembras.
Por último está las ranas. Todas ellas, sin excepción, hacen el mismo sonido. Como el águila calva, no tienen que mostrarse. Son un sonido ambiental. Si el águila calva chilla en desiertos y barrancos, las ranas amenizan la noche junto a los lagos de todo el mundo con un canto único. Este canto se corresponde con el de la rana arborícola del pacífico norte (Pseudacris regilla) que habita en zonas cercanas a Hollywood.
Fuentes: The Debunker, NPR, Naturemapping program