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Los animales en el Tercer Reich

Por Liber
animales Tercer ReichLos animales en el Tercer Reich

En contraposición a cómo trataron a muchas personas, es sumamente curioso constatar el gran compromiso que los nazis adoptaron en materia de protección de los animales, hecho que demostraron mediante la adopción de una serie de medidas orientadas a este fin, revolucionarias para la época.

Muchos líderes nazis, incluyendo a Adolf Hitler y Hermann Göring, se mostraron a favor de la protección de los animales, rompiendo con la tónica que había imperado hasta la época. No fueron pocos los nazis ecologistas y defensores de los derechos de los animales.

Heinrich Himmler, por mencionar un ejemplo, se mostró favorable a la ilegalización de la caza. Göring, por su parte, era un conocido amante de los animales y defensor de la Naturaleza (aunque sí que practicaba la caza, aunque abogaba porque fuera regulada). Hitler amaba a su perrita (pastor alemán) Blondi tanto o más que el mayor amante de los perros.

Cabe destacar que las actuales leyes de protección de los animales vigentes en la Alemania democrática son versiones modificadas de las leyes instauradas por la Alemania nazi.

Comencemos con un poco de historia. A finales del siglo XIX, las mayores preocupaciones en materia de protección de los animales eran los sacrificios kosher (ritos de matanza del ganado según las normas rabínicas) y la vivisección animal. Dichas preocupaciones persistieron dentro del movimiento nacionalsocialista.

En 1932, el Partido Nazi propuso la prohibición de la vivisección animal. El 21 de abril de 1933, justo después del ascenso al poder de Adolf Hitler, el Reichstag comenzó a aprobar leyes para regular el sacrificio de los animales en los mataderos. El 16 de agosto de 1933, auspiciada por Hermann Göring, se aprobó la prohibición total de la vivisección en animales.

De este modo, Alemania se convertía en la primera nación en prohibir esta práctica. Göring anunció la medida como el fin de torturas y sufrimientos insoportables para los animales víctimas de experimentos y prosiguió diciendo que aquellos que todavía pensasen que podían seguir tratando a los animales como objetos inanimados serían enviados a campos de concentración. El 28 de agosto de 1933, Göring hizo la siguiente declaración en la radio:

La prohibición total y permanente de la vivisección no es sólo una ley necesaria para la protección de los animales ni para mostrar simpatía por su sufrimiento, sino que es también una ley para la propia humanidad [...]. Por consiguiente, he declarado la prohibición inmediata de la vivisección y he aprobado que sea una práctica punible en Prusia. Hasta que se imponga la pena, el culpable deberá permanecer internado un campo de concentración.

El 24 de noviembre de 1933, la Alemania nazi promulga una ley conocida bajo el nombre de Reichstierschutzgesetz (Ley para la Protección de los Animales).

La ley recogía varias prohibiciones contra el uso de animales, incluyendo la participación de estos en rodajes de películas o en eventos que dañaran su salud o les provocaran sufrimientos, así como la prohibición de alimentar forzosamente a las aves o viviseccionar ranas. Clemens Giese y Waldemar Kahler, responsables de la redacción de esta legislación, declararon que por dicha ley los animales quedaban protegidos por ellos mismos, al margen de utilitarismos humanos.

El 23 de febrero de 1934, entra en vigor un decreto por parte del Ministerio de Comercio y Empleo prusiano por el que se incluía en el plan de estudios la difusión de la Ley para la Protección de los Animales en primaria, secundaria y en la universidad.

El 3 de julio de 1934, entra en vigor la Reichsjagdgesetz o Ley de Caza, mediante la cual se establecían restricciones a dicha práctica. El 1 de julio de 1935, se aprueba la Reichsnaturschutzgesetz o Ley para la Conservación de la Naturaleza.

Los medios internacionales se hicieron eco de estas leyes pioneras. Por ejemplo, la prestigiosa revista cultural finesa Kaltio recogió que la Alemania nazi era la primera nación del mundo que le otorgaba protección al lobo.

En 1934, el Tercer Reich celebró una conferencia internacional en Berlín. El 18 de marzo del mismo año, se aprobó una directiva contra la deforestación y a favor de la protección de los animales en el medio salvaje.

El 9 de septiembre de 1937, el Ministerio del Interior germano publicó un decreto mediante el cual se especificaban nuevas directrices en materia de transporte de animales.

En 1938, la protección de los animales fue aceptada como materia enseñada en las escuelas y universidades públicas de Alemania.

Ahora bien, hay que decir que a pesar de que se aprobaron numerosas leyes en favor de los animales, hubo cierta falta de rigor a la hora de aplicarlas. Asimismo, algunas figuras clave del nazismo consideraban que la vivisección era importante para la investigación. Como consecuencia, las regulaciones originales comenzaron a debilitarse.

La ambiciosa ley promulgada por Hermann Göring el 16 de agosto de 1933, por la cual se prohibía la vivisección, logró sobrevivir sin modificaciones tan solo tres semanas, antes de ser reformada mediante un decreto el 5 de septiembre de ese mismo año, que recogía disposiciones más laxas y que le brindaba al Ministerio del Interior la potestad de distribuir permisos a ciertas universidades e institutos de investigación para llevar a cabo experimentos con animales. Esto hizo que, por ejemplo, en 1936, la Cámara de Veterinarios de la ciudad de Darmstadt elevara una queja formal contra la falta de celo a la hora de hacer que estas leyes de protección animal fueran respetadas.

Cabe destacar también que hay aspectos controvertidos de esta defensa de los animales realizada por el nazismo. En primer lugar, las leyes de protección animal fueron empleadas en ocasiones como un instrumento para perseguir a los judíos. Con frecuencia, las leyes contra la vivisección eran usadas como pretexto para perseguir a científicos judíos.

En 1940, surgió el debate sobre si las autoridades debían prohibir la tenencia de mascotas, con el objetivo de reservar los suministros de alimentos para el consumo humano. El propio Hitler vetó la propuesta. Al final, lo que se hizo fue decretar la prohibición de tener mascotas, pero solo para ciudadanos no arios. El 15 de febrero de 1942 se decretó que ningún judío podría tener mascotas a su cargo.

Por otro lado, los nazis manipularon a la población para que compartiese una visión simbólica la Naturaleza. Por ejemplo, al equiparar al Partido Nacionalsocialista con la Naturaleza, los nazis redujeron controversias éticas a cuestionamientos meramente biológicos.Como resultado, los animales depredadores eran a menudo descritos positivamente al igual que sus homólogos humanos. Los oponentes, en cambio, eran identificados como animales débiles. Asimismo, esta esencia animalista se tradujo en la defensa de postulados de darwinismo social que terminarían siendo muy peligrosos. Si te ha gustado este artículo, te recomendamos que leas Animales héroes de la Segunda Guerra Mundial.


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