Todos los especiales de fin de año, las luces de Navidad y los regalos bajo el árbol del mundo. Todas las esquinas y todas las sombras del mundo. Todas las lágrimas en silencio dentro del cuarto de baño. Todos los hoteles y todos los hostales, las habitaciones abandonadas, las camas sin hacer y las bebidas intactas en el mueble bar. Los secretos eyaculados tras las paredes, las confesiones y las heridas cicatrizadas, la banda sonora de nuestras vidas imaginadas. Los romances entre las páginas de libros todavía por escribir. Todas las ausencias del mundo y la mía propia.

Belenes vivientes. Calles a bajo cero. La escarcha en la barba con más canas. El mejor panettone de chocolate de 2022 lo acabo de probar hace apenas unas horas y he tenido una lucha interna para no devorarlo por completo. Los primeros diez días de los cuarenta y siete. Inmortaliza tus recuerdos Polaroid. Panettone de chocolate 118 C L'Atelier Barcelona. Polaroid. Comida en Atrapallada con la Reina de las Highlands y regalos. Polaroid. Cementerios y flores de plástico. Polaroid. Un tornillo clavado en la rueda. Polaroid. Wild God. Polaroid. Cena en Varra y copas en Balmoral con A&J. Polaroid. Comida de equipo C&M en Ikigai. Polaroid. "Qué pasa, chulapos", dice McCartney en el Wizink. Polaroid deluxe. Palabras atascadas, balbuceadas y perdidas en la cabeza. Nineteen Hundred and Eighty Five, series nuevas y viejos ruidos.
Bucket lists para 2025 y para el fin del mundo. "El desastre ya está hecho", dice Ignatius Farray en una entrevista cuando le preguntan qué siente al cumplir años. Ana y Óscar llevan diez años entrando y saliendo de sus vidas, trenzándose con la misma intensidad del primer encuentro, pero con un peligroso magnetismo. "You know, you come from nothing, you're going back to nothing. What have you lost?", leo en una pared. Abro el excel y preparo un listado de intenciones para el año nuevo. "Si quieres hacer reír a dios, cuéntale tus planes", digo en mi enésima nota de voz, mientras pisoteo las últimas hojas caídas del otoño fugaz. Qué incertidumbre se vivía en el bien.

