No sé cuándo empecé yo a tener tantas preocupaciones. Pero este año se ha llevado la palma. Así, entre los años y las preocupaciones, de repente en pocos meses y a traición me han salido tropecientas mil canas. Y lo peor es que me veo en fotos de hace tres o cuatro años, y me parece que en ellas estoy claramente más joven. No guta.
Pues eso, que los años no pasan en balde, y muchos los pasé feliz como una perdiz, y sin preocuparme mucho de nada. No todo fue siempre un camino de rosas, obviamente, pero no vivía permanentemente preocupada.
Sin embargo siempre fui de tendencia más bien pesimista, y de repente tengo mil preocupaciones que me minan la moral. La mayoría muy recientes: por la salud ( cada año que pasa más hipocondríaca), por el trabajo, por los niños, por todo. El saber que soy así y que no es buena cosa, no facilita el cambiarlo, el dejar de pre-ocuparme de las cosas. Aunque lo intento. Pero la verdad es que no estoy en mi mejor momento; que te llamen para decirte que estás incluída en un ERE cuando estás de baja por un tratamiento médico, y pasando unos días difíciles porque no puedes ver a tus niños…No es el mejor momento. Y así van saliendo arrugas y apareciendo canas y te empiezas a dar verdaderamente cuenta de que ya no tienes 25 años.
Por cambiar de tono y no ponerme muy seria, me quedaré con esta parte: me siento como una abuelilla cuando me pregunta Chiquinini y le cuento que no, que antes las teles no tenían mando a distancia, que las cámaras de fotos funcionaban con un carrete, que no había móviles y sólo había un teléfono por casa y con un cable, que en los cumples llevábamos dos Sugus, que jamás fui a un parque de bolas, que los dibujos no eran a cualquier hora, sino los sábados y domingos después del Telediario, que no se celebraba Jalowin, y que yo sí sé quién era Miliki.
¿Tanto han cambiado las cosas en taaaaaaan poco tiempo?