El Oro se encuentra en estado puro en la superficie de la tierra, principalmente en las arenas de los ríos, conocido y utilizado desde los inicios de la historia. Las grandes civilizaciones de la antigüedad, Egipcios, Asirios, Etruscos, etc.. nos dejaron tesoros de ornamentos y joyas de oro. Pero probablemente es en la zona de Anatolia, lo que anteriormente era el reino de Lidia, en la región que se extiende a lo largo de la orilla del Mar Egeo, en la costa de la actual Turquía, surcada por los ríos cuyos nombres se recuerdan, el Meandro y el Pactolo, este ultimo convertido en el símbolo de la riqueza, cuando hizo su aparición el “fenómeno monetario”.
Lidia
Herodoto escribió alrededor del año 430 a.C, acerca de los Lidios “como el primer pueblo que acuñó monedas de Oro y Plata”. Tenemos por lo tanto razones para designar a Lidia como el lugar donde nació la Moneda, hecho sobre el cual trabajaron los arqueólogos en el siglo XX, sobre el sitio de la antigua Sardis , capital del Reino, donde encontraron pequeños lingotes redondos de un metal llamado “ electrum” o “electro”. No es oro puro, sino una aleación natural entre oro y plata. Se encontraba en abundancia en las montañas de Lidia y sobretodo en los depósitos aluviales del Pactolo, el cual conservó una reputación de riqueza, que su estado actual no justifica más.
Anverso de la Moneda de Crésus
Los historiadores están de acuerdo en fijar la aparición de la moneda hacia el año 650 a.C, bajo el mandato del rey de Lidia, Ardys (652-615). Fueron encontradas, en esa época, placas de metal que llevaban marcas profundas, que podrían estar hechas con un objeto, tal como el punzón.
Sobre la otra cara, se percibían estrías, pequeñas rayas similares a rasguños. Es probable que algunas gotas de electrum en fusión fueran pegadas sobre un yunque cuya superficie presentaba asperezas.
Se colocaba entonces sobre el metal un punzón cuya extremidad llevaba un dibujo, el que golpeaban con ayuda de un martillo, lo que imprimía el dibujo de un lado, y las estrías del yunque en el otro.
El diseño, muy básico, era a veces la marca de un clavo roto. Se utilizaba desde hace siglos para el comercio el oro y la plata, pero cada pepita o lingote, debían ser controlados y pesados cada vez que cambiaban de manos. Los punzones con los que los vendedores los marcaban servían para que ellos reconocieran a aquellos a los que ya habían controlado anteriormente o aceptado.
Reverso de la Moneda de Crésus
Bajo el reinado de Alyattes (610-561), apareció una nueva forma de moneda Lidia. La superficie del yunque fue remplazada por un fondo hueco con un diseño grabado. Con la ayuda del martillo y el punzón se hundía el metal en la matriz inferior, de modo que el diseño aparecía en relieve (que era la cabeza de un león). El punzón mismo dejaba al revés de la moneda una marca muy profunda.
Era una huella en hueco de forma cuadrada o rectangular, dividida la mayoría de las veces en cuatro compartimientos, presentando cada uno un motivo cuyo relieve formaba un elemento de fijación.
Los trozos de metal antes de la acuñación, correspondían a un peso estándar.
Las monedas más grandes pesaban aprox. 10.90 grs; también se encontraban fracciones de estas monedas, peso y valor. El tercio de una moneda solo enseñaba la cabeza del león, y las divisiones más pequeñas mostraban solo una pata.
El león era entonces el símbolo de la autoridad real, servía para garantizar el peso de las monedas, lo que evitaba recurrir a la tediosa práctica de controlar las piezas cada vez que cambiaban de mano en una transacción comercial. Sin embargo en el electrum, las proporciones de plata y oro no eran fijas; el valor intrínseco de cada moneda podía variar considerablemente. La moneda de electrum no podía ser fácilmente aceptada aparte de la misma región donde fue fabricada. Por este motivo fue rápidamente abandonada en favor de las de oro puro.
La primera emisión de monedas de oro puro, en gran escala, se efectuó bajo el reinado de Lidia: Crésus (561-546), su nombre también es símbolo de opulencia. Tan grande era la riqueza del rey de Lidia, que pudo hacer una ofrenda a Apolo en Delfos, dicha ofrenda era de una gran cantidad de lingotes y ornamentos cuyo peso en oro se estimó en 4 toneladas. Las monedas de Crésus , acuñadas en Sardis, contenían cerca del 98% en oro, es decir se acercaban bastante a la pureza.
Llevaban en el anverso el símbolo real: una cabeza de león y una de toro enfrentadas. En el Reverso, como en las emisiones precedentes, llevaba solo el diseño hueco hecho por el punzón. Crésus también mando a acuñar monedas en plata.
Diez monedas de plata equivalían a una de oro.
La riqueza de Lidia, no salvo en absoluto a Crésus. En 546 el ejército lidio cedió frente a los persas de Cyrus. Entonces las emisiones de la moneda lidia fueron interrumpidas.
Articulo de: Burton Hobson
Traducido por: Lizette Paternina