Leí el otro día con gran interés un artículo del New York times titulado The crash and burn of an autism guru, escrito por Susan Dominus.
Resulta sorpredente, inexplicable, como un individuo al que se le ha retirado todo el prestigio y la autoridad posibles, estando en lo más alto de su profesión, por el asunto de la mala práctica y las mentiras demostradas en cuanto a relacionar el autismo y ciertas vacunas, tras “huir” a los EEUU, se le trata como un gurú salvador.
Leo hoy otra noticia, The last three months have seen a measles outbreak in Europe, que cuenta como en Francia se han comenzado a disparar los casos de sarampión. Concretamente, en 2010, se declararon unos 5000 casos, y en el primer trimestre de este año nada menos que 4937. Según un trabajo publicado en Bulletin Epidémiologique Hebdomadaire, para interrumpir la circulación del virus es necesaria una tasa de vacunación del 95% después de la segunda dosis. Ese mismo trabajo concluye que las tasas actuales en Francia, que varían con las zonas, se mueven por debajo de esas cifras, con lo que la circulación del virus no se interrumpe. Parece que esta es la evidencia.
Ya hablamos aquí de la irresponsabilidad en que incurren los padres que no vacunan a sus hijos, especialmente si lo hacen por razones no demostradas o que se han demostrado falsas, pero urge una solución a grandes niveles para informar a la población sobre este asunto porque, desgraciadamente, la irracionalidad siempre se adelanta y recoge el pedazo más grande de pastel.
La vacunación es el único método para controlar y erradicar ciertas enfermedades infecciosas. Su valor y eficacia están demostradas y no nos podemos permitir el lujo de perder la inmunidad de grupo que tanto nos protege y tantas décadas ha costado conseguir sólo por el influjo y ruido que arman ciertos sectores.
Más información:
- Entrevista con la Secretaria de Estado de Salud francesa.
- “La rougeole en France: impact épidémiologique d’une couverture vaccinale sub-optimale“.
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