El antojo es uno de los síntomas más conocidos y normal del embarazo. Se caracteriza por ser un fuerte deseo de comer algún alimento con desesperación que no admite ser aplazado y produce una satisfacción muy especial en las embarazadas o que, en otras ocasiones, les pueden provocar rechazo hacia determinados alimentos.
No existe un trimestre en el que podamos decir que comienzan los antojos, si bien es verdad que, suelen producirse con una mayor frecuencia, a partir del segundo trimestre del embarazo, puesto que es en él, cuando la madre se ha liberado de las náuseas características del primer trimestre.
Realmente no se ha logrado determinar una causa precisa de los antojos, se cree que están relacionados con los cambios hormonales que se producen en la futura mamá durante este período. Algunas veces se piensa ( la mayoría erróneamente ) que pueden indicar una deficiencia específica de un alimento pero en otras puede que no. De hecho, a veces estos antojos puede proporcionar información equivocada, por ejemplo,
un ansia por comida salada (como un paquete de patatas fritas), podría creerse que indica una necesidad de sodio, cuando en realidad podría ser activada por una deficiencia de potasio (un mineral similar). No obstante, algunos nutricionistas y profesionales de la salud creen que algunos antojos pueden ser significativos.
La mayoría de las veces son debidos a causas psicológicas como: el estrés y la ansiedad.
Los antojos no son perjudiciales para las embaradas, siempre y cuando tengan en cuenta el valor calórico de los alimentos que deseen y no ponga en peligro sus necesidades nutricionales, el error más común es usarlos para comer de manera desproporcionada.No hay razón para privarse de esas comidas que los demás, e incluso la propia embarazada, interpretan como antojos. Eso sí, con moderación. Lo más recomendable es sustituir los antojos de comidas grasas o con exceso de azúcar por comidas saludables. De esta forma, se estaría calmando el antojo y ayudando al desarrollo del embarazo.
Si se siente antojo de hidratos de carbono, puede indicar niveles bajos de serotonina y endorfinas.Según algunos estudios, los carbohidratos inician una reacción en cadena que, en teoría, puede cambiar los niveles de neurotransmisores que influyen en el estado de ánimo. Es aconsejable tratar de eliminar el azúcar y todos los alimentos de índice glucémico alto después de las 6 de la tarde. Los alimentos de glucemia alta y los alcoholes de azúcar elevan los niveles de azúcar en sangre, disminuyen los niveles de GH y te mantendrán en un círculo vicioso de más deseo por el antojo y más necesidad de comer hidratos de carbono. Se recomienda reemplazar los carbohidratos con proteínas o con algunas grasas de alta calidad que mantendrán los niveles de azúcar en sangre, aumentarán los niveles de saciedad y disminuirán los antojos. Además elimina el exceso de alcohol, ya que el consumo excesivo de alcohol contribuye a bajar los niveles de serotonina.
Si se desea comer desesperadamente alimentos grasos, ésto puede indicar que tu cuerpo es deficiente en ácidos grasos esenciales. Para reducir tal ansiedad se puede complementar la dieta tratando de comer más pescado (como el salmón, el atún, las caballas o las sardinas, todos ellos ricos en Omega-3).
Se cree que si se desea, con muchas ganas, comer chocolate, el cuerpo puede tener falta de magnesio ya que el chocolate contiene este mineal.
Es un mito carente de cualquier fundamento creer que un antojo no satisfecho quedará marcado sobre la piel del bebé en forma de mancha o lunar.
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