Que el pueblo judío ha sido poco menos que una bendición para las tierras de Israel es algo de lo que no cabe ninguna duda. No lo dudan ni los árabes que allí residían en 1939 que, al contrario de lo que dice la narrativa antisionista actual, los recibian agradecidos y esperanzados por la garantía de progreso, bienestar y seguridad que suponían.
Tal es así que la comunidad judía era bienvenida por ofrecerles, a los árabes, seguridad contra las bandas mafiosas del padre del inventado nacionalismo palestino, el Mufti de Jerusalem, además de por la colaboración que prestaban para el avance del país.
Fuente: The Palestine Post, 22 de junio de 1939, pag. 14/15