Revista Coaching

Los arboles no te dejan ver el bosque

Por Solelkartea @asociacionsol

Si los árboles son la forma y el bosque es el fondo

Si los árboles son la forma y el bosque es el fondo.

Hoy en día la enfermedad psicológica ha cambiado mucho con referencia a aquel caso de histeria que Freud presentó como El Caso de Dora (Sigmund Freud, Análisis Fragmentario de una Histeria, El Caso de Dora, 1905). Freud no estaba equivocado en la forma. Aunque desde ese momento hayan pasado cien años, la esencia del problema no cambia. Freud, en su época y a su manera, dio un salto cualitativo en la definición de la enfermedad psicológica. Pero el problema es anterior al psicoanálisis y a la psicoterapia. Es la esencia de una problemática de superación la que no deja ver el bosque. En toda persona existe un “sine qua non”, un camino que hay que descifrar, un hándicap de dudosa resolución. Freud puso las pinceladas de su propia enfermedad como fue en el caso de Dora y sus otros estudios.

En la época de la Reina Victoria, Freud  trató el tabú sexual como una enfermedad. Hoy en día esa “neurosis histérica” sigue en el aire como también permanecía antes de la época victoriana. Se cree que se ha avanzado, diferenciando el pudor de aquellos días, en  el cual ahora vivimos y sentimos. No deja de ser pudor, aunque no sea el mismo, sigue siendo pudor. No se sienta alarmado; ese pudor no es mas que la forma y no el fondo, que es lo que a nosotros nos interesa. La cuestión es la siguiente: Si nuestros antepasados sufrieron por sus impulsos ¿Hoy en día habremos resuelto ese dilema? O por el contrario, ¿No serán los árboles los que no nos dejan ver el bosque? Dicho de otra forma: ¿El problema realmente será el tabú sexual o será lo que hay detrás de ello? Parece ser que no es una cuestión de forma sino de fondo. Los árboles son la forma, y el fondo sería lo que veríamos si estuviéramos curados de esos impulsos y tendencias que nos llevan como una marea de la que no nos podemos zafar.


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