Paseando por la ciudad japonesa de Hiroshima no es difícil encontrarse con un árbol con un delicado cartel amarillo marcado como "A-tree", es un un auténtico monumento vivo.
Los Hibakujumoku, o A-trees, son árboles que sobrevivieron la explosión del la bomba atómica lanzada por los norteamericanos el 6 de agosto de 1945. Estos testigos de la barbarie humana, no sólo sobrevivieron, volvieron a florecer y hoy son una parte imprescindible de la ciudad de Hiroshima. Localizados en parques y jardines o en los jardines de las casas casas, su conservación es una de las prioridades de la administración de la ciudad y de sus habitantes. De hecho su alteración está totalmente prohibida. Entre los Hibakujumoku hay de diversas especies como sauces llorones, gingkos o higueras.
Existe un curioso proyecto apoyado por Instituto de Investigación y Desarrollo de las Naciones Unidas, que esparce sus semillas por todo el mundo, como un recuerdo de lo que no debería suceder jamás.
Para saber más:
Wikipedia
La Aldea