El Museo de Arte de Long Beach , en California, abrió sus puertas el pasado 26 de junio a un colectivo de artistas urbanos, con el objetivo de permitirles pintar sus paredes y llenarlas de su arte.
La exposición temporal, bautizada como "Vitality and Verve: Transforming the Urban Landscape" (Vitalidad y Energía: Transformando el Paisaje Urbano), contó con la participación de un selecto grupo de artistas que están explorando el arte urbano fuera de sus estudios, o bien están pensando comenzar a utilizar un estudio, en vez de las calles.
El proyecto examinó el desarrollo actual en el creciente campo del arte urbano contemporáneo . Presentó murales efímeros e instalaciones multimedia de artistas consagrados y de vanguardia , que hicieron una demostración de la aplicación especializada y matizada de su arte emergente.
Vitalidad y Verve pretendió iluminar el valor sensorial y la poderosa práctica de estos artistas, capaces de transformar el paisaje urbano que les rodea gracias a sus representaciones detallistas e imágenes hiperrealistas.
La mayoría de las obras de la exposición utilizaron como lienzo las paredes de la galería de arte , empleando materiales tradicionales y también novedosos en el mundo del arte. Las puertas de este museo californiano estuvieron abiertas durante dos semanas para que los artistas pudieran trabajar en las paredes que, hasta el momento, eran blancas.
Con el objetivo de promover artistas emergentes y constituir una plataforma para promocionar su trabajo , la exhibición de arte urbano estuvo abierta al público hasta el pasado 27 de septiembre. En ella, se pudo observar una gran muestra de estilos, que iban desde los más fantásticos graffitis, hasta instalaciones y obras más "clásicas", pintadas en lienzos.
Los artistas participantes fueron: Aaron Horkey, Alex Yanes, Andrew Schoultz, Audrey Kawasaki, Brendan Monroe, Brandon Shigeta, Cryptik, ESAO Andrews, Greg 'Craola' Simkins, Hot Tea, James Bullough, Jeff Soto, John S. culquier, Low Bros , Meggs, Nosego, Nychos, Saber, y Tristan Eaton.
Terminada la exposición, las paredes del Museo de Arte de Long Beach fueron pintadas nuevamente de blanco, para poder albergar las nuevas exposiciones.