Esta gente ha dejado a Gila a la altura del betún, si decidimos tomarnos con sorna y de forma cómica sus actuaciones. Y eso que conocemos sólo a una pequeña parte de los asesores, porque la mayoría son gente desconocida. Por ejemplo, Rajoy tiene más de doscientas sesenta personas, al margen de los que están en el gobierno, elegidas a dedo que le asesoran. Sólo con ver lo que hace y cómo lo hace podríamos valorar a esas cerca de trescientas cabezas pensantes que le ayudan a decidir, y sobre todo a quien los ha elegido.
Pero hablemos de los asesores que conocemos, por ejemplo los más importantes, los ministros. Y la elección de Rajoy estoy seguro que un politólogo podría considerarla modélica.
Todos bajo una bandera: decir la verdad, ¿o acaso alguien de ustedes les ha pillado en una mentira? Por otro lado, si hablamos de personajes importantes y sus cualidades, podríamos decir que De Guindos siempre se alinea con los débiles; que Montoro persigue a los grandes delincuentes y demuestra su humildad constantemente; que Ana Mato tiene una vista de lince y paga todos sus viajes; que Fátima Báñez decide solita y no necesita a la CEOE ni a la virgen del Rocío para llevar adelante sus reformas; o que todo lo que toca Soria lo convierte en oro; o que Wert es un hombre progresista y tolerante capaz de ponerse de acuerdo con todo el mundo y jamás se le ve provocar a nadie.Por no recordar a Jorge Fernández y su política solidaria con inmigrantes y amable y distendida con los ciudadanos; o al bueno del faraón Gallardón tan moderno y siempre a favor de que la Justicia sea igual para todos y dejar libertar a las mujeres a la hora de decidir sobre el aborto. ¡Todos a uno como Fuentevejuna!
Bueno estos son los ministros, pero estos a su vez también tienen asesores. Y ahora quiero hablar de una asesora de Wert, el ministro de Educación y Cultura. No sabemos su nombre pero sí sabemos de su cultura y conocimiento. Porque estando investigando los sueldos de las distintas universidades, llamó a la Universidad de las Islas Baleares, a la cátedra de Ramón Llull, y preguntó cuánto ganaba el titular de la misma, D. Ramón Llull. Francamente, la noticia se ha quedado ahí, no se sabe si el funcionario que respondió al teléfono, pidió tiempo para ir al cementerio o si contactó con los dueños del túnel del tiempo para hacerle volver 700 años atrás y así preguntarle directamente a Llull cuantos maravedíes ganaba, suponiendo que quisiera o estuviera en condiciones de contestar.
Y es que se demuestra la valía de esa asesora y de quien la ha elegido para tal cargo. Un personaje digno de pertenecer al Ministerio de Cultura. Ha demostrado su caché, algo que no recordábamos desde tiempos en los que Espe Aguirre era ministra de ese mismo ministerio. ¿Se entiende o no se entiende el amor de este gobierno por la cultura? ¿Se entiende o no que el IVA del cine y otras actividades culturales estén en el 21%?
Somos muchos los que pensamos que un buen político más que un líder debe ser una persona capaz de elegir bien a sus colaboradores, y no se trata de que sean muchos, sino de que sirvan. Y para mí que esta asesora de Wert debería leer un poco más de historia y escribir mil veces: Ramón Llull murió hace 700 años, claro que para eso tendría que saber leer y escribir. ¡Bien por el Ministerio de Cultura!
Salud y República