Los Awá forman una comunidad indígena que es propietaria colectivamente de las tierras y los ríos de una zona del suroeste colombiano, la reserva indígena de El Gran Rosario, en el municipio de Tumaco, departamento de Nariño. Un asentamiento con importantes recursos mineros, petroleros, agrícolas y de importancia estratégica, pues están muy cerca de la frontera con Ecuador.
Por desgracia, dicha zona también es de gran interés para la guerrilla de las FARC, el ELN, los grupos paramilitares, las fuerzas de seguridad colombianas y las bandas de narcotraficantes que también operan en la zona como actores del conflicto armado interno que azota a Colombia.
Esto provoca que la comunidad Awá se vea obligada a vivir bajo amenazas, sufrir desapariciones, violaciones, secuestros, homicidios, desplazamientos forzosos y persecución.
Los Awá son uno de los grupos indígenas que más especialmente se han visto afectados en estos últimos meses por el conflicto colombiano, lo que ha provocado que, durante 2009, más de la mitad de los indígenas asesinados en Colombia perteneciera a este pueblo.
Los actores de este conflicto armado interno son los responsables de estos abusos, que incluyen homicidios, desapariciones forzosas, secuestros, amenazas, abusos sexuales contra mujeres y niñas, reclutamiento de niños y niñas soldados, desplazamiento forzoso y persecución de dirigentes indígenas.
Muchas de las violaciones de Derechos Humanos que sufren estas comunidades están relacionadas con su asentamiento en zonas con importantes recursos mineros, agrícolas y de importancia estratégica para los actores del conflicto. Su declarada voluntad de permanecer al margen del conflicto interno que vive Colombia no hace sino aumentar la presión que se ejerce sobre ellos.
Colombia cuenta con uno de los legados indígenas más diversos del mundo, con alrededor de 85 grupos indígenas diferentes repartidos por toda su geografía. Sin embargo, la supervivencia de 32 de estos grupos está gravemente amenazada como consecuencia del conflicto armado que desde hace más de 40 años azota al país.
En los últimos siete años, más de 1.400 indígenas en Colombia han muerto como consecuencia del conflicto, 90 fueron secuestrados, 195 desaparecidos y se registraron 4.700 amenazas contra las comunidades indígenas de ese país. Sólo en 2009, al menos 114 mujeres, hombres y menores indígenas perdieron la vida y miles sufrieron desplazamiento forzado.
Si quieres colaborar en la preservación de las comunidades indígenas amenazadas en Colombia puedes hacerlo a través de Amnistía Internacional.