Revista Solidaridad

Los baños de la Casa de Cultura y el polideportivo lugonenses infringen la normativa de la eliminación de las barreras arquitectónicas

Por Aparcamientodiscapacitados

Rampas demasiado inclinadas y con un banzo al final; falta de plazas de minusválidos para aparcar cerca de los edificios municipales; pasos de cebra que sólo cubren la mitad de las rampas y sobre todo falta de baños adaptados o que no cumplen con la normativa vigente. Estas son alguna de las denuncias que hace José Luis Álvarez, vecino de Lugones, que hace 13 años sufrió un accidente de coche, que le postró en una silla de ruedas. “Estas deficiencias no se ven hasta que por desgracia las sufre uno mismo”, comentó Álvarez.
La Casa de Cultura de Lugones, que se construyó en 1997, cuenta con deficiencias importantísimas. La primera de ellas es que sólo cuenta con un baño adaptado, que está en el salón de actos y únicamente se abre cuando se realiza alguna actividad o espectáculo allí. “Ese servicio está siempre averiado y para usarlo tengo que buscar a la persona que tiene la llave del ascensor por todo el edificio. La normativa les obliga a contar con un baño en cada planta, pero yo me conformaría con que hubiera dos y el del salón de actos”, aseguró el afectado. Otro de los problemas es que las puertas de los aseos normales tampoco cumplen el ancho para que quepa una silla, “porque no tiran los marcos y los agrandan”, aconsejó Álvarez.En cuanto a la obra de la parte trasera del edificio, que se tuvo que hacer por las filtraciones de agua al salón de acto, el vecino afirmó que se debería de colocar una barandilla en la rampa de acceso. “Es muy inclinada para subir y uno tiene que engancharse como puede a los palos de metal que hay en la fachada, para un tetrapléjico resulta imposible subirla”, denunció. Este es el único lugar por el que las sillas de ruedas pueden acceder a la Casa de Cultura, ya que la entrada principal está plagada de escaleras.
Tampoco se libra el polideportivo municipal, ya que sus baños aunque están adaptados no cumplen las leyes. En primer lugar, los lavabos cuentan con una encimera de mármol, que no permite a José Luis acercarse para lavarse las manos o la cara, porque sus rodillas pegan en ella. En la parte inferior tienen unas patas que también lo dificultan. Otro problema son los espejos, que están colocados a una altura excesiva, por encima de la cabeza de las persona en silla de ruedas. En cuanto al servicio la camilla es más alta que la silla, lo que impide su uso, ya que debería de estar a 60 centímetros del suelo. Además queda cerca de la ducha, y si coloca la ropa sobre la camilla se moja. “Todas estas quejas del polideportivo, ya las denuncié hace varios años, pero ahora cambiaron el baño de género y vuelve a ocurrir lo mismo”, reconoció el afectado.
En la sala de máquinas tampoco se han tenido en cuenta varias cosas, como la colocación de camillas para que las personas de movilidad reducida puedan hacer abdominales y otros ejercicios o la adquisición de una bicicleta eléctrica.
En cuanto a las deficiencias en el casco urbano de Lugones, la gran mayoría se encuentran en la zona de la urbanización San Félix, es decir el barrio en el que están la estación de RENFE, la parada de autobús, el Centro Social para Personas Mayores, el centro de día y el ambulatorio. Los problemas son las aceras que están en mal estado y las rampas de acceso a los pasos de cebra no cumplen con el 12% de inclinación, sino que lo sobre pasan con creces. Además ninguna está a nivel cero, sino que hay un banzo, que una persona en silla de ruedas que vaya sola no puede subir, tiene que pedir ayuda a los viandantes. “Las zonas que han sufrió recientemente mejoras, como la Avenida de Oviedo, de Gijón y la calle Luis Braille están bien adaptadas, pero hay otras que dan pena”, criticó Álvarez.
Aunque las infraestructuras en estas zonas nuevas están mejor, si se han eliminado plazas de aparcamiento de minusválidos, como la que existía en la calle de la Iglesia o en el Cruce Viejo a la altura del banco BBVA. José Luis afirmó que sólo existe una plaza detrás de la Casa de Cultura y otra delante de la Tenencia de la Alcaldía. “Son pocas, si quieres ir a un banco o al centro de la población tienes que aparcar bastante lejos, ya que en muchas ocasiones he visto la plaza ocupada por vehículos que no están adaptados”, denunció.

Las calles, los edificios municipales y también los establecimientos infringen la normativa, ya que sólo uno en Lugones cuenta con un baño para minusválidos. “Pienso que el Ayuntamiento a la hora de conceder licencias de apertura debería  valorar este aspecto”, aconsejó José Luis.
http://lugones.eltapin.com/?p=2350


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