La exposición intrauterina al SARS-CoV-2 provocó una cascada inflamatoria en los bebés, lo que aumentó el riesgo de dificultad respiratoria, especialmente en los bebés nacidos a término.
Un estudio proteómico reveló estructuras de cilios móviles disfuncionales y una mayor producción de inmunoglobulina E en bebés expuestos con dificultad respiratoria. De 221 madres, el 68% no estaban vacunadas antes de la infección, y el COVID-19 grave o crítico estaba presente en el 16% de ellas. La vacunación redujo significativamente el riesgo de dificultad respiratoria en los bebés.
La investigación enfatiza los beneficios potenciales de la vacunación materna para reducir el riesgo de dificultad respiratoria entre los recién nacidos expuestos al COVID-19.
El estudio presento algunas limitaciones que incluyen sesgos en la selección de pacientes y falta de datos sobre el momento de la infección y la vacunación en relación con el embarazo.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications.
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