«Los bebés ganan peso con los masajes»- Sonia Pascual. Enseña una técnica de masaje infantil de origen indio
Vía: Diario Vasco 25-05-2010
– No sabía que existiera una Semana internacional de masaje infantil. ¿En qué consiste?– Es una iniciativa organizada por AEMI, la Asociación Española de Masaje Infantil, a la que pertenece el centro que yo dirijo y en el que trabajo como formadora, Bihurri haur-eskola de Andoain. Las cuatro formadoras de Gipuzkoa hemos llevado a cabo charlas informativas en San Sebastián, Irun y Hernani sobre el masaje de 0 a 6 meses y de 1 a 7 años, el sueño del niño relacionado con el masaje y el tacto y la comunicación. También ha habido un taller práctico centrado en niños de 0 a 12 meses.– ¿Y qué beneficios son ésos?– El masaje es algo muy fácil de hacer y de lo que todos somos capaces. Con él, se pueden prevenir temas psicológicos, emocionales y problemas de vínculo, como la separación de la madre para llevar el bebé recién nacido a la incubadora. También tiene beneficios en el caso de niños con discapacidades –que se vuelven más cariñosos–, prematuros e incluso adoptados, para crear un vínculo afectivo.– ¿Ah, sí? – El masaje transmite mucho. Simplemente cuando alguien te toca, te transmite cosas, positivas o negativas. El masaje es un arte en el que influyen las sonrisas, las miradas… Permite fortalecer la escucha, mejorar la comunicación, crear apego y en los bebés, aliviar cólicos.
– Con tantos beneficios, sorprende que no se fomente más su práctica.– Sin embargo, es algo que se ha hecho desde hace mucho tiempo, sobre todo en los países orientales. En la India los masajes son tan importantes como el comer.
– Según tengo entendido, el masaje que usted enseña tiene su origen en este mismo país, ¿no es cierto?– Sí. La fundadora de la Asociación Internacional de Masaje Infantil, la estadounidense Vimala Schneider, estaba trabajando en la India cuando observó que el masaje formaba parte del cuidado del bebé. Posteriormente, al llegar a su país, buscó estudios y referencias que confirmaran los beneficios del masaje infantil, y elaboró un programa para grupos de padres y bebés. También introdujo otras disciplinas, como el yoga, el quiromasaje y la relajación.
– Y pese a todo, pecamos de miedo a tocarnos… – Es cierto y más con esa revolución de no coger ni tocar al niño. Parece algo tabú, cuando está demostrado que es algo beneficioso. No hay más que ver cómo se recuperan mucho antes ganando peso los niños que se hallan en incubadoras. En una sociedad tan estresada como la nuestra, el masaje nos ayuda a liberar tensiones y relajarnos a todos. Los niños no saben hacerlo por sí solos.
– ¿Cómo vamos a aceptar un masaje cuando hasta huimos del más mínimo contacto físico en la calle o en el autobús? – Nos hemos vuelto muy individualistas. La sociedad antes no era así. Éramos más de estar todos con todos. Ahora ni siquiera conocemos a los vecinos. Hay que volver a lo de antes. A no tener miedo al tacto, a darnos cariño, porque eso es el masaje, decir un ‘te quiero’ al niño que a lo mejor no vemos en todo el día porque estamos trabajando.
– La veo convencidísima. – Empecé a interesarme por el mundo del masaje infantil cuando tuve a mi primer hijo, que ahora tiene 4 años. Comprobé sus beneficios y empecé a formarme. Ahora continúo dándoselos a él y a mi otro hijo, de un año. Se crea una relación especial. Habría que seguir dando masajes a los hijos hasta la adolescencia, para fomentar la comunicación.