Investigadoresde la Universidad de Warwick, en Reino Unido, aseguran que aquellos bebés que lloran demasiado y sin un motivo aparente tienen más riesgo de sufrir en el futuro graves problemas de comportamiento, sobre todo si además también tienen dificultades para comer o dormir.
El llanto en los bebés es normal, si bien algunos lloran "excesivamente" después de sus primeros tres meses de vida por razones que no tienen que ver con los cólicos que pueden sufrir.Por ello, la investigación se centró en estos casos, con especial atención a aquellos niños que además también tenían problemas para comer y dormir, observando que había una relación entre estos problemas y otros más graves durante su infancia.
En concreto, observaron que, en muchos casos, aumentaba su riesgo de tener ansiedad o depresión, y desarrollar comportamientos agresivos o un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)