El Oktoberfest es la fiesta de la cerveza alemana por excelencia y un icono de la cultura cervecera. Todos los años se celebra durante dos semanas repartidas entre los meses de septiembre y octubre. Este gran evento tiene lugar en la ciudad de Múnich, Baviera, y ha cautivado a cerveceros de todo el mundo.
Todos los años las 42 hectáreas del prado de Theresenwiese son ocupadas por carpas de todos los tamaños, y, por supuesto, las principales cervecerías de la ciudad tienen su propia carpa: Paulaner, Augustiner, Hofbräu, Löwenbräu, Hacker-Pschorr o Spaten.
Las carpas del Oktoberfest
Las carpas más grandes pueden albergar alrededor de 6000 personas y se dividen en varias zonas, incluidos los balcones. La mayor de ellas es la Hofbräu Festzelt, que ofrece asientos a 4500 personas en el interior, 1518 en balcones, 3022 en la cervecería al aire libre y un espacio para 1000 personas de pie, es decir, 9992 plazas en total.
Es recomendable reservar mesa para el Oktoberfest de Múnich con 6-12 meses de antelación, pero casi todas las carpas ofrecen algunos asientos por orden de llegada. Dado que estos asientos sin reserva se ocupan rápidamente cada día, es muy posible que te quedes sin poder acceder a estas carpas si no tienes reserva.
Beer Gardens en el Oktoberfest
Los beer gardens, o «Biergärten» en alemán, son una parte integral de la cultura cervecera en Baviera. Mucha gente no sabe que en el Oktoberfest cada carpa grande, y algunas pequeñas, tienen su propio Biergärten donde disfrutar al aire libre de buena cerveza de trigo alemana y de la comida típica.
¿Lo mejor? Que para acceder a estos beer gardens no hace falta reservar, ni comprar ningún tipo de entrada. Además, al estar situados al lado de su correspondiente carpa, es posible disfrutar del ambiente del Oktoberfest de una forma más relajada y tranquila. Es la solución ideal si te quedas sin poder acceder a las carpas.
Aunque no es difícil encontrar sitio para sentarse en un beer garden del Oktoberfest, siempre suelen estar bastante concurridos. Es por esto que lo normal es compartir mesa con otros huéspedes.
Trae tu propia comida, o no
Al igual que sucede en los Biergärten que se reparten por toda Alemania, los del Oktoberfest de Múnich también permiten que sus huéspedes traigan su propia comida (bebida no). Esta costumbre tiene sus orígenes cuando empezaron a surgir los primeros beer gardens en Múnich a principios del siglo XIX.
Estos agradables jardines de cerveza atraían a muchos visitantes, lo que molestó a los cerveceros y a los propietarios de las cervecerías de la ciudad, ya que no se les permitía vender su cerveza directamente.
El rey Maximiliano I zanjó la disputa con la Ordenanza de Cervecerías de 1812, que permitía a los cerveceros municipales servir cerveza, pero no vender comida. Así que los muniqueses comenzaron a traer sus propios aperitivos a los beer garden. Esta tradición se ha mantenido hasta nuestros días, aunque, por supuesto, todos los beer gardens sirven comida típica, como pretzels, Würstl o salchichas, Schnitzels y codillo de cerdo, entre otras delicias.
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