Caminar es un ejercicio sano, cómodo, relajante y por supuesto el más barato. Nos aporta una larga lista de beneficios: aumenta la masa corporal y, por lo tanto, consigue mejorar el estado de los huesos y que estos sufran menos fracturas, ayuda a quemar grasa sobrante, mejora el sistema circulatorio y respiratorio y proporciona una mayor sensación de bienestar.
Es el deporte más fácil, para ponerte a caminar solo tienes que escoger una hora adecuada, que puede ser a primera hora de la mañana o por la tarde, utilizar un calzado apropiado y protegerte del sol. Tenemos muchos motivos para caminar entre otros porque:
Ayuda a bajar el colesterol y mantiene fuerte el corazón
Un paseo diario de entre 30 y 45 minutos, disminuye los niveles de triglicéridos y de colesterol malo y aumenta el HDL o colesterol bueno.
Para lograrlo, las caminatas deben ser a paso ligero y sin interrupciones.
Este esfuerzo físico moderado va logrando poco a poco que el músculo cardiaco vaya haciéndose cada vez más fuerte, puesto que aumenta la entrada de oxígeno en el organismo y, con esa mayor oxigenación, se produce un aumento del flujo sanguíneo. Todos los tejidos del organismo se van “regando” y el corazón trabaja mejor con menos esfuerzo.
Controla la tensión arterial.
Los aliados más eficaces para combatirla son una alimentación equilibrada y variada y practicar ejercicio físico.
Al realizarlo de forma constante y moderada, produce un efecto vasodilatador de las arterias (estas se abren), lo que permite que mejore la circulación sanguínea, y que se mantenga a raya la tensión. Se ha demostrado que es posible bajar la tensión únicamente con un paseo diario de unos 40 minutos.
Previene y trata la diabetes.
Esta demostrado que caminar mejora la sensibilidad a la insulina porque el músculo se hace mas receptivo a esta sustancia. Además caminar es tan saludable que puede, incluso, retrasar la aparición de la diabetes en aquellas personas que quizá por genética, están especialmente predispuestas a padecerla.
Es un remedio contra la tristeza
Caminar diariamente es muy efectivo para las personas que se están recuperando de una depresión porque permite liberar endorfinas. Son las llamadas hormonas de la felicidad porque ayudan a calmar la ansiedad y provocan una sensación de bienestar y relajación.
Y no solo mejoran quienes padecen depresión, sino también las personas con ansiedad o estrés. Caminar también activa la descarga de adrenalina, favoreciendo la liberación del estrés en las personas que padecen trastornos de ansiedad.
Se pierde peso
El gasto que se deriva de andar aproximadamente 30 minutos a 5 kilómetros/hora es de 250 Kcal. Además, ayuda a mantener el tono muscular y aumenta la velocidad metabólica, es decir, la cantidad de calorías que quema el cuerpo durante todo un día.
Si eres constante, en pocas semanas comenzarás a notar los beneficios. Al principio, no aumentar de peso es ya un gran éxito. Si te decides a caminar debes saber que también tus huesos mejoran, en especial, si padeces osteoporosis.
Previene el catarro en las mujeres menopáusica.
Las mujeres postmenopáusicas que caminan durante 30 o 40 minutos diarios a paso ligero y de forma regular durante un año tienen la mitad de riesgo de sufrir catarros que aquellas que no realizan ninguna actividad habitual
Disminuye el envejecimiento celular
Las últimas investigaciones aseguran que el ejercicio suave regular, y caminar lo es, disminuye el envejecimiento de las células del cerebro. Por tanto, éste mantendrá las facultades por más tiempo.