El hipérico es una planta de ligero color amarillo que crece muy bien en tierras poco cultivadas y en cercanías de cursos de agua. El nombre científico que le corresponde a esta especie es el de Hypericum perforatum. La época de crecimiento para el hipérico está concentrada especialmente en los meses de primavera.
Para aprovechar esta planta con fines medicinales es necesario recolectar sus flores (lo mejor es hacerlo en días de sol). En la composición química del hipérico se cuentan cantidades significativas de aceites esenciales, taninos y diferentes hidrocarburos. Los efectos medicinales más importantes del hipérico son los de sedante, vulnerario, antidepresivo, antiséptico, cicatrizante y antidiarreico. Además, el hipérico es un muy buen remedio contra el asma y sirve en casos de úlcera gastroduodenal, hemorroides y ansiedad.
Para preparar un ungüento de uso externo a base de hipérico se necesitan 200gr de hipérico, caléndula y llantén menor (una mezcla de las plantas mencionadas) y un litro de aceite de oliva. Hay que cocinar entre 3 y 5 horas, dejar enfriar, colar y quitar los restos de plantas. Este ungüento debe ser guardado en frasco hermético a resguardo de la luz.
Si queremos preparar una infusión a base de hipérico, en cambio, necesitaremos 30gr de planta por cada litro de agua. Llevar a hervor, filtrar y dejar reposar algunos minutos. Beber esta infusión de a pequeños sorbos a lo largo de todo el día. Con el hipérico también podemos preparar un aceite especial para curar quemaduras. Debemos prepararlo con 120gr de flores de hipérico, un cuarto litro de aceite de oliva y medio vaso de vino blanco. Dejar macerar esta mezcla por 5 días y calentar a baño maría durante 3 horas. Aplicar el líquido resultante en forma de compresas sobre la zona afectada.