Los beneficios del harpago

El harpago es una planta medicinal que recibe el nombre binomial de Harpagophytum. Posee hojas alternadas con bordes dentados y flores de color rojo. Las raíces del harpago son más bien gruesas y crecen a gran profundidad. El harpago es una planta que posee un pequeño fruto lleno de espinas.

Si deseamos recolectar la planta de harpago con fines medicinales lo más adecuado es utilizar las raíces secundarias de esta planta (crecen como pequeños tubérculos). En la composición química del harpago se cuentan porcentajes variables de harpagósido, harpágido, procúmbido y otras sustancias que le dan a esta planta un particular sabor amargo. El efecto medicinal más difundido del harpago es el de anti-inflamatorio. Otros de los efectos positivos que ofrece el harpago por añadidura son los de analgésico, sedante, diurético y remedio en casos de artritis, artrosis, lumbago y problemas gastrointestinales en general. Como el harpago no posee efectos secundarios muchas veces es utilizado en lugar de otros analgésicos y remedios con marcados efectos colaterales.

Si queremos aprovechar las presentaciones comerciales a base de harpago podemos adquirir el polvo de harpago. La dosis recomendada es de unos 3-4gr diarios. En caso de tener acceso a los tubérculos de harpago, en cambio, estaremos en condiciones de preparar una infusión a partir de esta poderosa especie con usos medicinales. Necesitamos entre 2 y 4gr de esta especie por cada taza de agua que vayamos a preparar. Se pueden beber hasta 3 tazas al día. Es importante tener en cuenta que al momento de cocinar esta planta gran parte de las propiedades y principios activos que tiene en estado crudo ya no estarán presentes. La infusión de harpago, además, tiene un sabor un tanto desagradable (por lo que suele ser necesario mejorarla con algún tipo de endulzante —preferentemente de origen natural).