La semana pasada comencé a impartir un curso de Masaje Infantil para bebés de 1 a 8 meses y comenzamos nuestra primera clase leyendo este relato del Dr. Frédérick Leboyer quien importó el Masaje Indio conocido como Shantala a Europa.
Simplemente con leerlo nos transmite la importancia y necesidad de ofrecer esta sencilla, pero complicada técnica, a nuestros pequeños. Disfrutad de su lectura: Las semanas que siguen al nacimientoSon como la travesía de un desierto.Desierto poblado de monstruos:las sensaciones nuevas quedesde adentrose lanzan al asalto del cuerpo del niño. Después del calor del seno materno,después del loco abrazo que es el nacimiento, la soledad helada de la cuna. Y luego surge una fiera, el hambre, que muerde al bebé en las entrañas. Lo que enloquece al desdichado niñono es la crueldad de la herida. Es su novedad.Y esa muerte del mundo circundanteque le da al ogroproporciones inmensas. ¿Cómo calmar tal angustia?¿Alimentar al niño?Sipero no solamente con leche.Hay que tomarlo en brazos.Hay que acariciarlo, acunarlo.Y masajearlo. Hay que hablar a la piel del pequeñohay que hablarle a su espaldaque tiene sed y hambreigual que su vientre. En los países que han conservadoel sentido profundo de las cosaslas mujeres saben todavía todo esto.Aprendieron de sus madres, enseñaron a sus hijaseste arte profundo, simpley muy antiguoque ayuda al niño a aceptar el mundoy lo hace sonreír la vida. Frédérick Leboyer