Junto a los cambios físicos que genera el ciclo, tales como un aumento de peso, aumento del apetito, retención de líquidos e inflamación generalizada, dolor en el abdomen, eczemas, vómitos etc.… se asiste a un cambio drástico de sus condiciones psíquicas. La disminución de la concentración, el aumento de la agresividad y el nerviosismo y otros síntomas que implican un estado más o menos acentuado de ansiedad e hipersensibilidad, son algunas consecuencias del ciclo, sobre todo en las fechas premenstruales.
Para la mujer es muy importante su preparación física y la salud de su organismo. Pero sin duda, su Sistema Nervioso es la base tanto de esta salud como de su estado psicológico. El Yoga es una potente herramienta para canalizar y contrarrestar los efectos del desequilibrio hormonal.
Simplemente se trata de respetar el propio estado. El ejercicio que propone el Yoga posibilita la transformación de las tensiones y el nerviosismo o, en algunos casos, la agresividad, sea por el propio movimiento y sus beneficios directos en el sistema muscular y circulatorio, sea porque el Yoga incorpora al ejercicio la respiración controlada y la conciencia. La relajación que se obtiene por medio de la respiración y el traslado de esta actitud de serenidad a la actividad de cada parte del cuerpo, ayuda a relacionarse con el dolor y los síntomas de descompensación fisiológica. El calor, el movimiento junto a la respiración serena ayudan a modular las tensiones, a recuperar la concentración y a reequilibrar el organismo. El ejercicio moderado, hace de la menopausia un periodo más fácil de llevar.
Los SPM comienzan alrededor de la segunda semana después del ciclo. Hay dos diferentes tipos de síntomas; el físicos y de comportamiento.
Algunos de los síntomas de comportamiento reportados son; depresión, ataques de ira, irritabilidad, ansiedad, confusión y aislamiento social.
Todos estos síntomas son debidos a los cambios hormonales del organismo. Si todos estos síntomas están demasiado fuertes pueden ser mantenidos con una actividad normal la mas similar a tener un desequilibrado ciclo menstrual.
El yoga y la meditación pueden ayudar en estas condiciones en tu cuerpo y tu mente, y otros desequilibrios hormonales, a tener mejor salud física y mental, así como una alimentación ligera y adecuada.
La mente también juega un papel muy importante en como se sienten las mujeres. El yoga y la meditación son una gran solución para escucharse y entonar el interior de nuestros cuerpos. Una de las cosas que se debe aprender es a deshacerse de los pensamientos y emociones negativas. Se dice que un pensamiento positivo es más poderoso que uno negativo. Cada pensamiento esta enlazado a un sentimiento y cada sentimiento tienen una reacción emocional. Estas condiciones nos llevan a como nos sentimos.
Yoga y la Mujer “Menopausia”
El yoga puede reducir los sofocos y los sudores nocturnos en las mujeres con menopausia y mejorar su función mental, según aseguran expertos de Swami Vivekananda Yoga Anusandhana Samsthana de Bangalore (India).
Las mujeres que realizaron yoga mostraron una reducción significativa de los sofocos y los problemas relacionados con el sueño, a diferencia de las otras mujeres mostraban mejoras en un test de atención y concentración, las mujeres que practicaron esta técnica tuvo mejores resultados.
Por todo ello, los expertos señalan que este estudio demuestra la superioridad del yoga en comparación con la actividad física en la mejora de las funciones cognitivas que puede atribuirse al énfasis y la corrección de la respiración, la sincronización con los movimientos, la relajación y el descanso mental.
Conclusiones
- Entendidos en el tema afirman que el yoga pueden practicarlo todas las personas, sin límites de edad.
- Lo ideal es comenzar a partir de los seis años y prolongar las prácticas, sin interrupciones, a lo largo de la vida. Sin embargo, por sus múltiples virtudes, parece una disciplina especialmente pensada para las personas mayores.
- Si por algún motivo, no se pueden realizar todas las posturas cotidianamente, lo mejor es hacer algunas, aunque sólo se trate de los ejercicios de relajación, para no perder la costumbre.
- Las principales ventajas son físicas y espirituales: ayuda a mejorar problemas de columna, alivia las contracturas, calma los nervios y el estrés, combate la artrosis, el prolapso, por medio de posturas invertidas que hacen que los órganos vuelvan a su lugar y elimina dolores intensos de cabeza y jaquecas, porque como la respiración es diafragmática, al exhalar se consigue aflojar todo el cuerpo.
- También el yoga permite encontrarse con uno mismo, y esto se logra a través de la meditación. A veces, se puede quedar en silencio, escuchando música suave y respirando profundamente con toda la capacidad pulmonar y no sólo con la tercera parte y este estado especial de quietud tranquiliza tanto el cuerpo como la mente.
- El yoga busca la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu y lo logra tanto a través de la realización de determinadas posturas, como a través de algunas prácticas de relajación. De esta manera, se genera un control sobre el propio cuerpo que permite controlar el peso, seguir una dieta sin problemas y mantenerse joven por más tiempo. En las personas que padecen enfermedades cardíacas, la respiración profunda ayuda a evitar los ataques repentinos.
Por otra parte, los ejercicios del yoga ayudan a mantenerse en forma, atenuando las arrugas y conservando, a su vez, una figura esbelta y joven. Sea como sea, el yoga no sólo puede ser útil en mujeres sino también en otras personas que sufren ansiedad o estrés. “Las necesidades derivadas del ritmo actual de vida”. “Un cambio de estilo de vida” ya que aumentaban la aceptación hacia uno mismo al “proporcionar paz, energía, tranquilidad, equilibrio y relajación”.
Bibliografía consultada
Libro: INDRA DEVI. (Primera dama del yoga, como es conocida en America) -Una mujer de tres siglos.
Libro: Hari Kaur Khalsa y Machelle M. Seibet -Yoga de la Mujer
Libro: Geeta S. Iyengar – Yoga para la mujer