Los gatos domésticos suelen ser nocturnos, y todo indica que sus bigotes les sirven para detectar objetos cercanos y cazar en la oscuridad.
Se ha descubierto que los bigotes de los gatos están conectados a una red de nervios sensoriales capaces de detectar hasta el más leve movimiento de aire. Por eso, los gatos se dan cuenta de que tienen un objeto cerca aunque no lo vean.
Los gatos también pueden calcular la posición exacta y el movimiento de un objeto o presa gracias a que sus bigotes son sensibles a los cambios de presión del aire. Además, estos les sirven para medir el ancho de una abertura y ver si pueden pasar. La Encyclopædia Britannica reconoce que ¨las funciones de los bigotes del gato aún no se han comprendido del todo; sin embargo, se sabe que si a un gato se le cortan los bigotes, este queda temporalmente incapacitado¨.
Los científicos están diseñando robots con sensores que funcionan de forma parecida a los bigotes del gato. Estos ¨bigotes electrónicos¨ les permitirán a los robots rodear obstáculos. Según Ali Javey, investigador de la Universidad de California en Berkeley, dichos sensores ¨podrían tener una amplia gama de aplicaciones en la robótica avanzada, en los interfaces que la facilitan la comunicación entre las máquinas y los usuarios, y en el campo de la biología¨.