Como bien lo sabía Dalí: los bigotes son un atributo fascinante. En algunos mamíferos dicho atributo es mucho más interesante que en los humanos. Los roedores, como la rata y el ratón, tienen la habilidad de controlar cada uno de sus bigotes (también llamados vibrisas) por separado y pueden moverlos hacia delante y hacia atrás a placer. Esta conducta, que podemos llamarla “bigoteo” (whisking) puede repetirse varias veces por segundo. Las ratas y los ratones pueden hacerlo a frecuencias altísimas (por arriba de los 20 Hz).
Las fotos del ratón, la zarigüeya gris de cola corta y la rata fueron tomadas de Wikimedia Commons. Lo anterior es interesante no solo porque nos hablaría de la presencia de dicho tipo de bigoteo desde los tiempos remotos y ancestrales de los mamíferos, si no porque los marsupiales podrían ser capaces del bigoteo controlado aun sin contar con las estructuras cerebrales que parecen facilitar dicha conducta en los roedores. Se ha sugerido que el cuerpo calloso –del que carece Monodelphis domestica- participa de manera importante en el bigoteo en los roedores. Por lo tanto, son deseables más estudios sobre la anatomía y neurofisiología del bigoteo en los marsupiales, para que podamos saber más acerca de la forma en que los mamíferos primitivos utilizan y han utilizado sus vibrisas para explorar el mundo, así como la forma en que dicha conducta contribuyó al éxito de los primeros mamíferos. A manera de chisme de despedida, cabe mencionar que todos los mamíferos -tanto marsupiales como placentarios- tienen pelos táctiles en algún momento de sus vidas, excepto los humanos. Sin embargo, recientemente se encontraron músculos vestigiales de vibrisas en los labios superiores humanos. Dalí hubiera estado encantado de saberlo.Artículo de referencia: |
Mitchinson, B., Grant, R., Arkley, K., Rankov, V., Perkon, I., & Prescott, T. (2011). Active vibrissal sensing in rodents and marsupials Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 366 (1581), 3037-3048 DOI: 10.1098/rstb.2011.0156