Selva de Irati. Navarra. Ubicada en entre los valles de Aezkoa y Salazar, es un territorio de gran valor natural y ecológico, considerado como uno de los mayores hayedo-abetales de Europa.
El Castanyar de Tiemblo. Ávila. Magnífico bosque de castaños cuenta con un conocido ejemplar centenario que se ha convertido en su reclamo más.
Hayedo de Tejera Negra. Guadalajara. Excepcional bosque de hayas, de los más meridionales de Europa, situado entre los valles del río Lillas y el del Zarzas.
Fuentes Carrionas. Palencia. Refugio del oso pardo y formado por extensas más arboladas sobre todo en el valle del Pisuerga.
Parque de Somiedo. Asturias. Las brañas, antiguas viviendas de los montañeses, mejor conservadas son la Pornacal y Mumia. Alberga uno de los principales núcleos oseros de la Cordillera Cantábrica.
Sierra de Cebollera. La Rioja. En la vertiente norte de las montañas del Sistema Ibérico sus bosques de robles y hayas son dignos de conocer.
La Fageda de’n Jordà. Girona. Uno de los hayedos más espléndidos de Cataluña. Enclavado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
Parque Natural de Gorbeia. País Vasco. Debe su nombre al pico homónimo de 1.482 metros de altitud y es un espacio protegido de bellos parajes naturales.
Sierra de las Nieves. Málaga. Catalogado como Reserva de la Biosfera alberga importantes bosques de abeto mediterráneo, una reliquia botánica que se remonta a la época glaciar de la península.
Saja-Besaya. Cantabria. Uno de los parajes más frondosos de la Península. Alberga los bosques caducifolios mejor conservados de la Cordillera Cantábrica.