Revista Deportes
Quién de nosotros, cualquier espectador o cualquier ávido que suela fijarse en cosillas de fútbol no se ha parado a observar el calentamiento de un equipo de fútbol. Da igual si estamos hablando de algún equipo de primer nivel, de la regional o de benjamines de cualquier población. Si es así, díganme qué diferencia hay entre unos y otros, yo os lo digo, ninguna.Quizás sea materia de estudio más profundo o, por qué no de una investigación concienzuda acerca de sus efectos en el partido para el que es objeto.Como todo en la vida, ésto es cuestión de modas y ahora lo son los "profesores" que nos llegan de Sudamérica en forma de preparadores físicos que no paran de chillar a los jugadores y les estimula a su manera. Ojo, no me parece mal pero sí si es el caso de ningunear o cuestionar el trabajo de los preparadores físicos de aquí que son magníficos y si no a las pruebas me remito: qué selección ha obtenido más triunfos internacionales si no la española o de dónde son los equipos que dominan el fútbol europeo si no los españoles. Pues un respeto a su trayectoria.Respecto a lo que me ocupa, la cuestión es que el futbolista salga lo más preparado posible para la disputa de un partido en cuestión de 15 minutos aproximadamente.Si cayera de mi cuenta instauraba en el fútbol la figura del preparador de calentamientos. En estos minutos se ponen en juego muchas cosas. El futbolista necesita salir preparado físicamente pero también enchufado respecto a lo que se va a encontrar (equipo rival, condiciones del terreno de juego, ambientales, mentalización y visualización de cómo se pretende que vaya a ir todo, conjunción grupal......) toda una serie de materias todas ellas imprescindibles de su control para obtener el rendimiento máximo en el partido.En mi caso, este trabajo está consensuado con mis otros dos compañeros que son los encargados de su ejecución directa. Eso sí, tienen una consigna más que clara, no quiero dos calentamientos iguales. Todos han de ser peculiares entre sí, únicos e irrepetibles. El futbolista no debe saber qué estímulos va a recibir por parte de sus entrenadores.Ocurre igualmente que hay que estar siempre prestos para planes B, C....me refiero a si por cualquier circunstancia el inicio del partido se demora. Otra circunstancia también consustancial es cuando mandamos a los jugadores que no salen de inicio a calentar. Verdaderamente "calientan" o se preparan para lo que les va a sobrevenir?, o con la misma intención e intensidad que los han hecho los de inicio?. Pues también es materia de estudio y de asesorarles sobre cómo han de prepararse.Si seguimos rizando el rizo, me pregunto cuánto de desconocimiento hay cuando un entrenador de equipos de formación manda a un pequeño a calentar para saltar al campo si previamente no les ha hecho memorizar a los chicos una batería de ejercicios (cosa improbable). ¿Qué hacen entonces estos niños?, la respuesta es verles mover los brazos, las piernas, todo sin sentido.Siendo así, quizás los calentamientos, no siendo éstos entendidos sólo desde el plano puramente físico, sean una piedra de toque o un buen motivo de estudio para todos.