Revista Educación

Los camellos tienen un problema con el hombre

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Los camellos tienen un problema con el hombre

Lo correcto sería escribir que Australia tiene un problema con los camellos pero, desde el punto de vista del que pierde la vida, son los animales quienes lo tienen con el hombre. La polémica surgió cuando se superpusieron en el tiempo y el espacio dos noticias: por un lado, las redes se inundaban de personas que, ante los terroríficos incendios en Australia, intentaban atender a cuantos animales sedientos y heridos se encontraban; por otro, la contratación de cazadores para, en el mismo país (enorme en su extensión) matar entre cinco y diez mil camellos. Comunidades aborígenes de una reserva habían denunciado que grandes grupos de camello dañaban las infraestructuras de recogida y distribución de agua. El extremo calor y la sequía hacen que los camellos sufran sed e intenten buscarle remedio. Es cierto que no es lo mismo ver un animal en una foto que sufrir los embates de un camello salvaje, sediento, que lucha por sobrevivir. Esto se puede entender, pero deben ser las autoridades las que no permitan que una población aumente hasta niveles de plaga, cuando, en la actualidad, tenemos a nuestro alcance la investigación y la tecnología. No parece estar tan claro tampoco que las comunidades aborígenes estén todas a favor de esta medida. En realidad, tal como se explica en un artículo de abc.net.au, habitantes de las zonas afectadas se mostraron en contra de la matanza, ya que algunos de ellos vivirían, precisamente, del comercio de productos relacionados con estos animales. Sin embargo, en el artículo, el director de la reserva afectada, Richard King, minimiza el número de opiniones contrarias a lo que en español diríamos "tres pelagatos".

Existen también corrientes de opinión que afirman que, tras esta medida, podría estar alguna industria cárnica que no querría competencia. En todo caso, y teniendo en cuenta que no todas las especies de camello se crían para el consumo humano, la mencionada información incluye declaraciones de un empresario que no entiende que se haya tirado toda esa carne mediante esta drástica medida de control de la población de camellos. Según el señor King, la idea de que la reserva pudiera iniciarse en esta industria cárnica no es económicamente viable.

Más allá de todas estas ideas, debe salir a la superficie el origen de la cuestión: ¿son los camellos animales propios de Australia? Pues no, fueron llevados por los colonos británicos, lo que nos sitúa al principio, son los camellos los que tienen un problema con el hombre, ya que, después de utilizarlos para su provecho, los abandona a su suerte y, para colmo, no se molesta en controlar su población para hacerla sostenible y no derivar en esta terrorífica caza actual. Por cierto, tras consultar varios estudios científicos, que sí, existen sobre este tema, la solución de la esterilización es muy cara y complicada, ya que los camellos estarían dispersos y el uso de cebo de comida presente unas necesidades logísticas de consideración. Pero, qué quieren que les diga, los camellos han pagado con su vida por un descontrol de población que se podía evitar y siempre tengo la sensación que, en cuestión de animales, la inversión económica parece imposible, mientras que, para otras partidas, se sacan los fondos hasta de debajo de las piedras.


Volver a la Portada de Logo Paperblog