Revista Europa
Una vieja historia de 2.500 años es la que guía a los enoturistas para descubrir las zonas de producción del vino del Etna, paseando entre vides, conversando con antiguos agricultores y modernos enólogos. El vino ha tenido un rol protagónico en la historia de Sicilia y en todo el Mediterráneo: el mito de Ulises que ofrece el vino a Polifemo, representado en una figura de los mosaicos de la Villa del Casale de Plaza Armerina y racimos de uvas esculpidos en los capiteles de estilo árabe del monasterio benedictino, al lado de la catedral de Monreale son el testimonio de un pueblo que con la vid ha compartido muchas generaciones.
Itinerario de los caminos del vinoSe puede elegir entre cuatro rutas trazadas para realizar un paseo enogastronómico sobre el volcán, extenso territorio fértil de Sicilia: historia, productos típicos y vinos de calidad son el denominador común de los itinerarios.
1) Via della Zagara (lado Sur del Etna)
2) Via Maremonti (desde Giarre hasta Milo)
3) Via dei Castelli (desde Zafferana hasta Bronte)
4) Littorina del Etna: tal vez el más sugestivo de los recorridos en un pequeño tren que bordea las laderas del Etna. Se parte de Riposto (antiguo puerto del Etna), se pasa por Linguaglossa para llegar a Randazzo y luego a Bronte, atravesando un territorio en el cual la vitivinicultura etnea está más radicada y en donde las propiedades organolépticas de las producciones locales son muy importantes.
Fotografía: cantinedome.com