Camaradas,
En la actualidad, Alemania retiene dentro de sus fronteras y dentro del territorio ocupado por sus fuerzas armadas un número estimado de 2.500.000 prisioneros de guerra. De estos, casi dos millones son franceses, varios cientos de miles polacos y decenas de miles belgas, holandeses y noruegos, mientras que los británicos suponen un total de 44.000.
En el Castillo de Wulzburg, cerca de Weissenbug, Baviera, donde fueron tomadas estas fotografías, se encuentra un campo de prisioneros de guerra en el que la mayoría de los recluidos son británicos y franceses. En la fotografía superior se puede ver a algunos prisioneros fabricar artículos de ropa bajo la supervisión de un guardia alemán. En la fotografía inferior, el órgano proporciona entretenimiento durante las horas de ocio para aquellos que sea aficionados a la música.
La mayoría de los prisioneros de guerra (todos, en realidad, salvo aquellos que hayan sido reunidos en grupos de trabajo al aire libre) residen en el interior de campos de prisioneros, de los cuales hay tres tipos distintos, conocidos oficialmente como Oflag, Stalag y Dulag, contracciones para designar Offizierslager, Stamlager y Durchgangslager, respectivamente. Los Oflag son campos para prisioneros con el rango de oficial, mientras que los Stalag son campos para soldados y suboficiales. Los Dulag son campos temporales, es decir, un campo al que tanto los oficiales como los soldados son llevados nada más ser capturados y donde se los clasifica antes de enviárseles a un Oflag o a un Stalag.
Los campos son visitados periódicamente por delegados de la Cruz Roja Internacional, publicándose frecuentes informes sobre algunos de ellos. Dos doctores suizos, el Dr. Marti y el Dr. Des Coeudres, acaban de publicar recientemente un informe acerca del Oflag VIIC, donde se encuentran retenidos 1.245 oficiales británicos, incluidos un General y cinco coroneles, 31 capellanes y 39 doctores. El campo, situado cerca de una localidad bávara, incluye un viejo castillo en el que tres de los pisos han sido habilitados para acoger a los prisioneros. El número de prisioneros en cada habitación varía de 9 a 120. La comida, aunque monótona, no es mala según los delegados de la Cruz Roja. Además, se emplean a cocineros británicos para prepararla. Cuatro médicos británicos trabajan en el hospital y, en términos generales, las condiciones sanitarias son satisfactorias. Una vez a la semana los prisioneros se pueden dar un baño caliente y disponen de instalaciones para juegos. Los domingos se celebran cuatro servicios religiosos.
En este mapa se muestran los campos de prisioneros de guerra en Alemania y Polonia. En la actualidad hay 106 en el interior de las fronteras del Reich y 62 en Francia. OFG (“Oflag”) designa a un campo para oficiales; STG (“Stalag”) a un campo para soldados y suboficiales, “Luftlager” a un campo para aviadores y “Dulag” a un campo de paso.
El Dr. Marti también ha visitado algunos de los campos reservados para prisioneros de la RAF. En uno de los Stalag se ha encontrado con 231 suboficiales y 57 soldados. Los prisioneros son alojados en tres barracones de madera, que el Dr. Marti ha descrito como cómodos; “la comida, buena; los prisioneros, satisfechos.” Los hombres, continuó, “disfrutan trabajando en las escuadras de trabajo del campo, que les proporcionan un mínimo de 20,8 marcos al mes, y son bien tratados.”
Aunque sus dirigentes no lo merezcan, el Reich se esfuerza en alegrar la monótona vida de los prisioneros aliados retenidos en Alemania y, después del trabajo del día, que puede haber consistido en la construcción de carreteras o canales, los juegos les proporcionan una diversión muy bienvenida que les mantiene la mente ocupada. En la foto, dos prisioneros se concentran en un juego de ajedrez mientras sus camaradas atienden a los movimientos.
En el campo Oflag IX hay 44 oficiales navales y 17 doctores. Dulag Luft, un campo de paso para aviadores, consiste en tres barracones grandes con buena calefacción, provistos de agua corriente fría y caliente, que acogen a 102 hombres. Aquí están las notas del Dr. Marti acerca de este campo: “Habitaciones con de una a tres camas, sillas funcionales, comodidad excepcional, comedor, whisky cada tarde, periódicos, varios juegos, paseos fuera del campo, excelente comida, similar a la que reciben los oficiales alemanes del campo, cantina bien provista, trabajo remunerado, recepción de correspondencia.”
El Dr. Marcel Junod, durante una visita a un campo de prisioneros.
Otro delegado, el Dr. Marcel Junod, ha recibido la tarea por parte de la Cruz Roja Internacional de visitar hospitales de prisioneros de guerra en Bruselas, Malines, Ghent, París y Rouen, entre otros lugares. A grandes rasgos, su informe ha sido satisfactorio; según los heridos en el hospital de Malines se encuentran “satisfechos, estando bajo los cuidados de dos médicos del Ejército. Al ser dados de alta, la Cruz Roja Belga les proporciona un equipo completo y por duplicado de ropa interior antes de ser transferidos a campos de prisioneros en Alemania."
La llegada de los paquetes de la Cruz Roja llenos de comida y artículos varios a los campos de prisioneros aliados en Alemania suponen todo un acontecimiento en los campos. En la fotográfía inferior, los paquetes son franqueados antes de su envío en un centro de paquetes de la Cruz Roja.
Para terminar, mostraremos algunas líneas de la carta que un oficial británico retenido en el campo Oflag VII C ha enviado a su mujer en Inglaterra. La carta fue escrita el 10 de diciembre de 1940 y recibida por su mujer el 8 de enero de 1941 vía Lisboa
“Nos levantamos a las 7:30 de la mañana y tomamos medio litro de café ersatz. El pase de revista tiene lugar a las 9:15. La comida es a las 11:00, y suele consistir en sopa, algunas veces ligera y otras veces espesa, con patatas. Dos veces a la semana recibimos carne y puré de patata en lugar de sopa. La siguiente comida es a las 16:00, más sopa y patatas, o si es domingo dos onzas de queso Camembert y algo de jamón con café o té de la Cruz Roja si tenemos algo. Un par de veces a la semana, la comida de la tarde incluye queso o salchicha, té o café. Dos o tres veces a la semana recibimos medio litro de leche por el que debemos pagar. Nuestra cena sale de todo lo que acabo de contarte junto con 10 onzas de pan que recibimos cada día; naturalmente, los paquetes de la Cruz Roja son bienvenidos por suponer un cambio en nuestra dieta. "
Como puede verse, los prisioneros reciben un trato y una alimentación adecuada. Ésta última podría ser más variada, claro está, ¡pero el Reich tampoco está por la labor de proporcionarles a sus prisioneros de guerra desayunos ingleses a base de huevos y beicon! Esperemos, con este artículo, haber derribado alguno de los mitos en torno a la Alemania Nacionalsocialista.
Es lebe Nationalsozialismus!