La techumbre de la Catedral Santa María de Mediavilla es Patrimonio de la Humanidad formando parte del deslumbrante mudéjar de la ciudad. Las pinturas de los casetones se han llamado pomposamente Capilla Sixtina del Mudéjar. No es necesario buscar comparaciones altisonantes para dar valor a aquello que lo tiene por sí.
Dos centenares de ingenuas pinturas dan cuenta de la vida medieval, la religiosa, la estamental, el pueblo llano, los oficios o las diversiones del siglo XIII Nos quedamos con el gremio de carpinteros, quienes usando la geometría levantaron la armadura de par y nudillo (maderos inclinados y maderos horizontales de la parte superior del trapecio).
Como ocurre con los pintores de Renacimiento, los carpinteros se reivindican mostrando los detalles de su trabajo.
Mostramos uno de los casetones con un carpintero -que junto al que trabaja con el hacha- se dispone a medir con una escuadra (tras quinto tirante desde el altar, parte inferior)
Una cenefa cuenta con detalle todo el trabajo de carpintería.
El trabajo de lacería muestra tanto las estrellas octogonales como su estiramiento cada dos para formar los casetones con las figuras humanas o adornos. Abundan también los trampantojos románicos de cintas.
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