Revista En Femenino

Los celos entre hermanos

Por Mamikanguro @MamiKanguro

La llegada de un nuevo hermano supone la reestructuración de la familia, donde las posiciones de los padres y del hijo o los hijos cambian en el entorno familiar. Muchos padres se preocupan por cómo afectará el nuevo hijo a la vida del hermano mayor y cómo equilibrar el tiempo que dedican a cada uno de sus hijos.

celos2a_590

Los celos entre hermanos es algo completamente normal que ocurre en todas las familias. Se trata de una necesidad de competir por la atención de los padres -que era, hasta el momento, exclusiva para ellos-, es decir, se trata de enfadarse por una pérdida de privilegios. El problema viene cuando asociado a estos celos aparencen problemas de comportamiento más serios que requieren que los padres pongan los medios para evitar dificultades emocionales en el desarrollo de sus hijos.

¿Cómo se manifiestan los celos entre hermanos?

La forma que adoptan los celos en los niños es muy variada, algunos niños se muestran agresivos, irritables, otros tristes y retraidos. En general, los celos pueden adoptar diferentes formas:

  • Rivalidad abierta: el niño expresa abiertamente que no quiere a su hermano “no quiero a mi hermano”, “no le des besos”, etc.
  • Comportamientos agresivos hacia el hermano pequeño: el niño se muestra agresivo con su hermano, le quita sus juguetes, le pellizca, le empuja, etc.
  • Hostilidad hacia los padres: otra forma de mostrar los celos es dirigir su enfado a los padres, pueden realizar comportamientos que saben que molestan a sus padres como la oposición, rechazo a comer, desobediencia, etc.
  • Volverse más infantil: el niño muestra conductas más infantiles que lo que correspondería por su edad o conductas que ya había superado con anterioridad como chuparse el dedo, hablar con tono infantil, mojar la cama, etc.

Peleas entre hermanos

Las peleas y discusiones entre hermanos es común y se da en todas las familias, sobre todo, cuando se llevan pocos años de diferencia. Siempre que las peleas o discusiones no tengan consecuencias graves, en general, los padres deben mantenerse al margen y dejar que sus hijos resuelvan sus problemas solos. Cuando no es posible -por la situación de poder que uno ostenta contra el otro o porque se produzca una excesiva agresividad, etc- los padres deben tratar de mediar cuidando siempre la objetividad y evitando ponerse siempre del lado de uno de ellos. En cualquier discusión, seguramente ambos tendrán solo parte de la razón, y la negociación es la mejor enseñanza que podemos transmitirles a nuestros hijos. Seguramente, ambos deben ceder una parte y ganar otra.

¿Cómo ayudo a mi hijo a sobrellevar los celos del hermanito menor?

Es muy importante acompañar a nuestros hijos en el logro de una mayor autoestima y confianza. ¿Cómo lograrlo?

  • Recordándole a través de sus actitudes y acciones que él siempre es un motivo de orgullo familiar.
  • Haciéndole saber que la llegada del bebé no desplaza a nadie sino que incluye a todos.
  • Reconociendo el hecho de que se ha ganado un lugar de mayor importancia: el del “hermano mayor”.
  • Agradeciendo y celebrando sus aportes. Por ejemplo, a un nene de dos años podemos participarlo de todo aquello que su hermanito no puede hacer solo y él sí (avisarnos si se despertó, alcanzarnos las cosas que necesitamos durante el baño, etc).
  • Poniendo en palabras aquellas cosas y/o emociones que lo aquejan y que no tienen vínculo con su hermanito (por ejemplo cansancio, aburrimiento, o impaciencia)
  • Es fundamental establecer un equilibrio en el trato a los diferentes hermanos de forma que no haya un trato de preferencia hacia ninguno de ellos ni se establezcan comparaciones.Siempre es más eficaz alabar los aspectos positivos que recriminarle los negativos.
  • Delante conductas celosas (rabietas, desobediencia, negativismo, etc…) puede aplicarse la retirada de atención o alguna de las técnicas conductuales que se utilizan en la modificación de conducta. Si los celos suponen un reclamo de atención emocional, debemos ser capaces de dársela contingentemente a las conductas deseadas o positivas, nunca tras los episodios de celos.
  • Aumentar el tiempo en actividades y juegos de toda la familia es buen método para mejorar la comunicación y estrechar lazos.
  • Responder con tranquilidad a los episodios celosos, sin estridencias ni recriminaciones, comunicarle al niño nuestra decepción por su comportamiento y dejar de prestarle atención. Posteriormente cuando se tranquilice y, según la edad, podemos intentar razonar lo ocurrido y darle la atención emocional. No obstante, “razonar” con el niño celoso (aunque tenga edad suficiente para comprender nuestros argumentos) no funcionará siempre. Debemos entender sus conductas como síntoma de un malestar y no desde la perspectiva adulta.
  • Cuando los celos son del hermano mayor hacia otro de edad inferior puede resultar útil irle recordando de forma sutil las ventajas y “privilegios” que tiene al ser mayor (por ejemplo: acostarse más tarde o poder realizar ciertas actividades). También, para los niños a partir de los 3/4 años aproximadamente puede ser útil darles cierto protagonismo respecto a los cuidados hacia el hermano pequeño y la importancia de su ayuda para la familia. A estas edades puede ser insoportable perder todo el protagonismo debido al recién llegado. Es frecuente que las diferentes personas y familiares que visitan al bebé le dediquen una atención casi exclusiva quedando en segundo término el hermano y acrecentando sus celos.
  • La relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Si el clima familiar es emocionalmente estable y equilibrado, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayores problemas.

Fuentes consultadas:

serpapas.com

.psicodiagnosis.es


Volver a la Portada de Logo Paperblog