Cuando uno pasea por los cementerios se encuentra con una barahúnda de nichos de tumbas de panteones, toda una colección de catafalcos que nos recuerdan la muerte, las ambiciones de los vivos que pasaron al Oriente Eterno y quisieron dejar su estela en el profundo tiempo del olvido.
Y ese mundo de los “previsibles” se va manteniendo el tiempo con mayor o pero suerte dependiendo de las aptitudes, de las posibilidades, de los conceptos y gustos estéticos, y evidentemente de las concepciones de preservación que exista en la comunidad en los que se albergan los campo santos.
En general dentro de la gran modestia que rodea a los “campo santos” o sea nuestros cementerios hay bastante buen trato a la ornamentación funeraria, pero en casi todos se hallamos muestras de abandono, bien porque los deudos no tiene capacidad de afrontar gastos de reparación , o porque ya no existan, o porque nadie planteó dejar cantidades para esos mantenimientos, otras veces hay abandonos que se pueden incardinar a las administraciones o por las gerencias que llevan a cabo el mantenimiento de todos estos espacios tan singulares, el llamado patrimonio de nuestro pasado, pero es difícil e imposible actuar sobre bienes que nos son propios y sobre los que hay una a veces propiedad desconocida.
Valga este recorrido sobre todos estos desmanes que corroen en parte a nuestros cementerios
EL olvido y abandono en los Cementerios Asturianos.
Olvido y abandonos en Cementerios catalanes.
La Patina del paso del tiempo en Castilla
Cementerios Andaluces
Cementerios Vascos
Fotos y textos@Victor Guerra