La familia ante todo
Otra de las películas que ha entrado en los Oscar y con cuatro nominaciones es Los chicos están bien, de Lisa Cholodenko, una película norteamericana de cine independiente, producida por Focus Features, que opta a las estatuillas por la Mejor película, Mejor actriz, Mejor actor de reparto y Mejor guión original. De entre los premios que ya ha recibido destacan los dos Globos de Oro a la Mejor película de comedia y a la Mejor actriz por Annette Bening. Lo curioso del caso es que la filmografía de Lisa Cholodenko no es muy extensa desde que en 1998 dirigiera su primera película, High Art, con la que consiguió un buen recibimiento tanto de crítica como de público tratando el tema de la homosexualidad, como en esta película.
La historia que ahora nos concierne está llevada como una comedia dramática, y aunque tiene muchos momentos en los que los sentimientos surgen a flor de piel, al inicio Cholodenko sabe quitar hierro al delicado tema de una manera inteligente, como se puede intuir ya en las mismas letras de crédito, cuya tipografía recuerda a una letra escrita a mano, escuchando de fondo la canción Cousins, del grupo indie Vampire Weekend. Los personajes principales de la película forman una familia compuesta por dos madres lesbianas, Nic (Annette Bening) y Jules (Julianne Moore), cuyos hijos, un chico menor de edad llamado Láser (Josh Hutcherson) y una chica de dieciocho años llamada Joni (Mia Wasikowska), sienten la necesidad de conocer al donante del esperma (Mark Ruffalo) que usaron para la inseminación artificial, interés que sus madres desconocen por completo. Pero cuando los dos adolescentes deciden averiguar su paradero y logran contactar con él y tener una impresión positiva en su primer encuentro, la historia irá cogiendo otro rumbo.
Hay que comentar que aunque el argumento parta de una historia que no es fácil de contar, ya que muchas veces se cae en el sentimentalismo propio de estas historias, también hay varios aspectos que ya se han visto anteriormente en el cine, por eso durante gran parte del metraje la película da la sensación de que se puede ver pero que no es gran cosa. Pero la historia va cogiendo forma y nuevos matices gracias a la dirección de Cholodenko y de su manera de situarse ante sus personajes, observando con delicadeza y apartando la cámara o acercándola según se lo permita o lo requiera la escena en concreto. Y es que ahí está el meollo del asunto y lo que mejor resulta de la película: Cholodenko va aportando leves detalles que aumentan el interés en el espectador, sobre todo a partir del momento más oportuno de la historia, con una escena excelente en el que la dirección, el montaje y la gran interpretación de Annette Bening están al máximo nivel. En ese mismo instante uno se da cuenta de que ha valido la pena llegar hasta ahí y que todo lo visto hasta entonces va cogiendo más sustancia.
Las interpretaciones son bastante correctas, desde los mismos hijos hasta la de Mark Ruffalo, que hace un papel convincente, pero sobre todo las de Annette Bening y Julianne Moore que, aunque al principio cueste de asimilar que ellas forman una pareja de lesbianas al ser unas caras tan conocidas, son tan buenas actrices que te acabas metiendo en su vida y te crees que están realmente enamoradas. Y todo esto es un acierto de Cholodenko que, aunque fuera una decisión o una obligación el no elegir a actrices más desconocidas por el público, consigue que la historia tenga el mismo sentido y sea totalmente creíble. De esta manera, la dirección de todos los actores está muy acertada y parece dejarles bastante libertad para ser lo más naturales posibles, como se puede ver perfectamente en la escena en que los chicos ven por primera vez a su "padre" donante y ninguno de ellos no sabe qué decir al ser un momento bastante incómodo y nuevo.
Por eso, hay que tener en cuenta a esta película en cuanto al guión original y a sus interpretaciones para la noche de los Oscars (recordemos que Annette Bening y Mark Ruffalo están nominados); pero un servidor también la hubiera nominado por la Mejor dirección y por el Mejor montaje. Y por último, recomiendo encarecidamente que quien la quiera ver que lo haga en versión original subtitulada porque se hará un favor enorme.
"Una pequeña película que combina muy bien la comedia con un drama profundo, que durante parte de la historia no parece ser gran cosa pero que tiene el acierto de atrapar al espectador con la dirección, las interpretaciones y una escena excelente para no olvidar"