¡Saludos, lectores! Espero que se encuentren bien, en esta nueva entrada les comparto mi opinión del libro titulado «Los chicos no lloran» del autor Francisco Navarro, antes de empezar con la reseña agradezco la confianza del escritor por colaborar con nuestro espacio.
La vida de Roy comienza a hundirse en un gran pozo lleno de preguntas tras el supuesto suicidio de su hermano Hugo. Anterior a ello, el padre de los mismos, había agredido brutalmente y expulsado de casa a Hugo por su condición sexual. En la muerte de Hugo se ve implicada una gran empresa de prestigio. Me he preguntado un millón de veces, el por qué escribir este novelette sobre lo que ocurrió, el por qué revivir todas aquellas cosas macabras que cambiaron mi vida. No te prometo que este sea el mejor libro que hay.
Este sería el segundo libro publicado de nuestro invitado, contamos con una historia corta que pueden leerla en cualquier momento, cuando vamos al trabajo o en tus ratos libres. Para poder empezar quisiera mostrar el siguiente fragmento:
“Rosano tiene 24 años y el machete no es lo único que le hace recordar que su orientación sexual no es bienvenida en casa. Cada vez que alguien pronuncia la palabra “asco”, su mente viaja 10 años en el tiempo, a aquel día en el que la cara de su madre se llenó de “odio, coraje y rabia”. Entonces tenía 14 años y su cuerpo temblaba de miedo.”
Porque la discriminación a personas LGBT, también existe en nuestro país, para ser exactos en la sociedad, donde todavía sigue pesando los estándares sociales de lo que es correcto, aunque; lo correcto a veces no sea tan bueno como: el machismo, la discriminación, la violencia, las costumbres….
Empecemos, con el principio, al empezar a leer las primeras páginas me ha llamado la atención la introducción porque me ha dado la idea que el propio autor es el personaje principal, solo que disfrazado con el nombre del protagonista. Me ha agrado que el autor haya presentado a cada uno de los personajes que aparecen, aunque; los detalles son muy breves, me ha parecido suficiente para poder entender de qué va.
Sin embargo; me hubiera gustado que en algunas escenas se haya explayado más, porque en algunas partes se puede notar el cambio brusco de la trama, donde a mi punto de vista puede afectar dejando algunos huecos vacíos de información.
Desde luego, puedo apreciar que el autor ha sido directo con el mensaje que quiere transmitir sobre la discriminación que sufren las personas LGBT en la sociedad, en su propia casa, en el trabajo y centros de estudios. Para poder iniciar esta travesía con el personaje principal Roy, primero debemos conocer cuáles fueron las razones que han obligado al hermano mayor de Roy a tomar la dirección incorrecta, donde aparentemente por azares del destino todo encajaría a la perfección, beneficiando a personas cercanas a su vida.
Al pasar las páginas, conoceremos a cada uno de las personas que aparecen, desde la madre sumisa que acata órdenes de su esposo que solo le importa el prestigio de su empresa, hasta un chico confundido y temeroso al experimentar «COSAS EXTRAÑAS»que en su momento eran consideradas inmorales. Será que en una parte de la historia me distraje, que no puse atención cuando el personaje de Roy, también pasó por lo mismo que su hermano mayor, experimentando sentimientos extraños por personas del mismo sexo.
El final, me ha parecido precipitado, me hubiera gustado que el autor hubiera buscado el hito más importante de la trama y empezar poco a poco a introducir lo que sería el desenlace para que se notara más fluido los sucesos que pasaran.
En conclusión, el libro titulado «Los chicos no lloran» me ha parecido un buen libro que tiene como finalidad concientizar a los lectores sobre la discriminación y violencia que existe; sin importar cual sea, sobre todo algo importante que debe existir en esta sociedad sería el respeto y tolerancia a cada persona distinta a nosotros.
“Se quien eres y di lo que sientes, porque aquellos a quienes les molestas no importan, y a quienes les importa no les molestas.”
Francisco Mínguez, Fran, es un joven escritor de 18 años, fotógrafo, activista LGTBI y amante del piano. En mayo de 2020 autopublicó su primer poemario basado en la autoayuda y en las emociones. Este mismo año, ganó el certamen literario “Entre líneas”.