Los farmacéuticos no relacionan su venta con la nueva Ley Antitabaco.
Desde que el pasado 2 de enero entró en vigor la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados, como bares y restaurantes, muchas farmacias de las Islas Canarias han agotado el stock de cigarros electrónicos. Sin embargo, la demanda de productos para dejar de fumar más tradicionales, como chicles y parches de nicotina, no se ha elevado.
Según un sondeo realizado por el diario Canarias 7 en varias oficinas de la isla al día siguiente de la entrada en vigor de la nueva ley, todos los farmacéuticos consultados consideran que la «demanda es la misma de siempre e incluso menos». Pero en concreto, las ventas del cigarro electrónico se han disparado. «Están agotados en muchas farmacias; se venden muy bien», dijeron algunos.
En este sentido, todos apuntaron que esta demanda no se puede relacionar con la entrada en vigor de la reforma de la Ley Antitabaco. Básicamente porque la nueva norma tiene «pocos días y porque un fumador de toda la vida no va a dejar de fumar de un día para otro. Preferirá, aunque le incomode, salir del restaurante o alejarse del parque para fumarse un cigarrillo», coincidieron la mayoría de los farmacéuticos consultados.