En la mente de todo cicloturista que participa de forma frecuente en competiciones más o menos ambiciosas, se encuentra grabado a fuego el día en que se propuso comenzar a entrenar en serio. Hasta ese momento, a buen seguro que había rodado durante cientos de horas, pero, eso sí, sin más ambición que la de disfrutar de su afición favorita. Pero llegó un día en que decidió dar un paso más allá y tomárselo en serio y, entonces, le asaltaron ciertas dudas acerca de cómo encarar su preparación.
Si te encuentras en esa diatriba en este momento, este artículo te será de gran utilidad, pues expone cinco aspectos básicos que debes tener en cuenta antes de comenzar tu primer plan de entrenamiento serio en el ciclismo. Porque, no nos vamos a engañar, no es lo mismo que un día te calientes, aprietes durante unos kilómetros y llegues a casa sudando, que proponerte alcanzar la plenitud física en 10 semanas para hacer un buen papel en una prueba de aficionados en la que te has inscrito.
¿Cómo lograr ser un buen cicloturista?
1.-Busca un grupo de amigos que esté a tu nivel
Si pretendes realizar salidas en grupo para entrenar, resulta fundamental que encuentres ciclistas que se encuentren a tu nivel o, en tal caso, un escalón por encima o por debajo. El rodaje a un ritmo adecuado resulta importante para alcanzar la buena forma física, de ahí la necesidad de unirte a una colectividad en la que te sientas cómodo, y no seas un estorbo o un líder sobrado.
Si ambos perseguís objetivos similares, una buena idea será que planeéis actividades de entrenamiento conjuntas (más allá del plan específico que traces, según tus características) pues, de ese modo, podrás encontrar una mayor motivación para alcanzar la forma que requieres. Eso sí, nunca te piques o te quemes en exceso, pues eso podría perjudicar tu entrenamiento.
2.-Marca tu ritmo
Un ciclista que no es capaz de adoptar su propio ritmo durante su entrenamiento individual, está condenado a perder muchas horas de su tiempo sin conseguir buenos resultados. Para conseguir este fin, hace falta conocerte a ti mismo, así como invertir un buen puñado de horas encima de la bicicleta familiarizándote con tus sensaciones en las diferentes superficies y ante distintos momentos de desgaste físico.
En cualquier caso, es recomendable ajustar la cadencia de pedaleo para mantener un ritmo de entre 90 y 100 pedaladas por minuto en llano y de entre 60 y 80 en subidas. Ten en cuenta que, si el ritmo es menor que eso, aumentará la tensión muscular y tu rendimiento global será peor.
3.-Atento a tus pulsaciones
Las pulsaciones por minuto no son algo que te deba obsesionar, pero deberás estar atento a ellas si quieres tener una referencia que te indique el avance de tu entrenamiento. Durante los primeros días de actividad, notarás cómo, al realizar mínimos esfuerzos, se disparan ostensiblemente.
Sin embargo, con el paso de las jornadas, podrás ver cómo descienden. A partir de ahí, estará bien que midas las que tienes ante los esfuerzos máximos y tengas en cuenta esa cifra para realizar ejercicios que te permitan incrementar tu resistencia, en los que no fuerces la máquina hasta el límite, pero tampoco estés excesivamente relajado. Conócete a ti mismo y triunfarás en el cicloturismo.
4.-Sigue un ritmo de menos a más
Esta afirmación parece una perogrullada, pero a buen seguro que nos sorprendería saber el dato de los cicloturistas que enfocan más sus entrenamientos por programar salidas excesivamente duras los primeros días, con la idea de que el esfuerzo que realicen en ellas les servirá para mejorar su estado de forma, casi por arte de magia.
Lo correcto es que planifiques tus entrenamientos de forma progresiva. Es decir, de menos a más, y nunca con prisas, pues deberás evaluar tu rendimiento en ellos y, a ser posible, repetir los mismos recorridos para comprobar de una forma más sencilla tu comportamiento en ellos.
5.-Ten el rodillo presente
Casi ningún cicloturista tiene la posibilidad de salir a rodar todos los días que le gustaría, o que el buen programa de entrenamiento exige. Vista esta situación, nuestro consejo es que no descartes ni mucho menos el rodillo, pues es una herramienta que te servirá para mejorar tu estado físico desde casa.
Sí, es cierto, no es igual de motivador que la carretera, con su dinamismo y sus paisajes, pero te permite marcar tus ritmos de forma muy sencilla y mejorar tu resistencia, si aplicas la máxima de la constancia.