- ¿Qué quiero decir? ¿escribir?
- ¿Cómo quiero que decirlo? ¿en qué género? ¿en cuál estilo?
- ¿Quién va a leerlo? ¿cómo me dirijo a ese público?
- ¿Qué más necesito saber para empezar? ¿qué información o datos?
- ¿Con quién puedo hablar sobre mis ideas?
Llegó el momento de poner las ideas sobre el papel. La atención se centra en el contenido, no en la técnica o las correcciones. Saca de tu cabeza toda la historia que estructuraste en el paso anterior. En el proceso, toma notas y organiza tus pensamientos/ideas en párrafos. Usa los elementos que anotaste en la preescritura. No te preocupes por los errores, solo escribe un primer borrador. Pregúntate:
- ¿Organizo mis pensamientos mientras escribo?
- ¿Qué ideas son las que quiero desarrollar?
- ¿Cuál es el argumento? ¿el conflicto?
- ¿En qué orden quiero hacerlo? ¿Cómo juego con la trama?
- ¿Quién puede leer mi texto y ofrecer sugerencias?
En este paso, perfecciona el texto que escribiste. Reorganiza tu historia. Léela en detenimiento y encuentra incoherencias. Añade descripciones o narraciones. Mejora tus diálogos. Agrega detalles e ideas. Elimina todo lo que está demás, lo que se sale del tema, del conflicto o de la historia. Sustituye palabras o argumentos. Reorganiza las frases o partes de las oraciones. Comparte tu historia con alguien que tenga conocimiento en el área y pídele que te ofrezca aportaciones para mejorar tu texto. Si lo deseas, déjate llevar por las sugerencias para comentar textos. Pregúntate:
- ¿He leído lo que he escrito con ojo crítico?
- ¿Están todas las ideas y los datos claramente expresados?
- ¿Debo agregar o sacar partes?
- ¿He utilizado las mejores ideas y palabras?
- ¿Hay coherencia y orden en el escrito?
- ¿Qué sugerencias me han hecho y cómo pueden ayudarme?
Momento para fijarte en los errores gramaticales y ortográficos, elemento importantísimo. Revisa tu ortografía, los errores de puntuación, los gramaticales y hasta el significado de las palabras. (No es lo mismo «sobretodo» que «sobre todo», por ejemplo.) Elabora alguna lista de verificación o rúbrica para controlar los cambios de edición que hagas. Por más bueno que seas en las reglas del idioma, necesitarás una persona que te ayude. Pregúntate:
- ¿Abuso de las oraciones complejas? ¿Todas mis oraciones están completas?
- ¿Es correcta mi ortografía, el uso de las mayúsculas y la puntuación?
- ¿He hecho todas las correcciones que necesito?
- ¿Alguien ha corregido mi trabajo?
- ¿Tengo un texto correcto y ordenado?
Tu obra literaria se prepara en forma definitiva para su publicación, incluyendo las ilustraciones, la maquetación y la diagramación. Es el momento de compartir tu escrito con los demás. Elige un formato. Decide si vas a imprimir el texto, a enviarlo a una editorial, a autopublicarlo o a juntarlo con otro proyecto de escritura. Te recomiendo leerlo en voz alta una última vez antes de publicar. Si la lectura fluye, está aprobado; de lo contrario vuelve al paso anterior. Al momento de publicar, recuerda la presentación del texto, la promoción, la publicación en una página web… Pregúntate:
- ¿Cuál es la portada idónea para mi libro?
- ¿Qué formato debo elegir? ¿tipografía? ¿estilo de diagramación?
- ¿Debería pertenecer a otro texto o libro? ¿como una colección o libro de cuentos?
- ¿Lo he leído en voz alta?
- ¿Dónde puedo promocionarlo? ¿Cómo?
- ¿Qué persona(s) puede(n) ayudarme en el proceso?
Como ves, cada paso es importantísimo. Un escritor pasa por todos durante el proceso de escritura, no se centra solo en uno y deja de lado los demás (algo que sucede con las personas que recién comienzan en el oficio). Mi intención fue describirlos brevemente y darte algunas pautas a seguir, pero si tienes alguna duda o sugerencia, déjala en los comentarios y te responderé.
¿Sigues todos los pasos del proceso de escritura o dejas de lado alguno? ¿Cuál es el más que se te dificulta? ¿Cuál te gustaría que explicara en detalle?