El closer, el pitcher que cierra el partido, el que sale al campo cuando su equipo gana de tres o menos carreras, para lanzar por última vez, para ganar. No acostumbran a entrar en partidos empatados o que se van perdiendo. Un rol de gran presión, pero generosamente remunerado, son los segundos pitchers mejor pagados tras los que empiezan el partido (starting pitchers).
La estadística por la que se mide a los closers son los Saves, el número de partidos en los que el closer mantiene la ventaja en el marcador o consiguen el último lanzamiento vencedor. El número uno de la lista es Mariano Rivera con 652 Saves durante los 19 años que jugó como profesional.
La posición específica de closer no se creó hasta principios de los años 90, antes no existía como tal. Hasta el año 87 no encontramos un pitcher que jugará el 50% de su carrera en la novena entrada, John Franco. Y no fue hasta la llegada del entrenador de los Oakland Athletics, Tonny La Russa -un mito viviente del mundo del beisbol, el tercer mánager con mayor número de victorias de toda la historia de la MLB, 2728, se retiró en el 2011-, que introdujo el primer Closer “puro” de la historia, Dennis Eckersley -actualmente el sexto pitcher con mayor número de Saves de toda la historia, 390.
¿Cual es el valor de los closers? El equipo que llega con ventaja en el marcador en la última entrada gana el 95% de los partidos, esto ha sido así desde la década de los 50, donde ya se conseguía esta media, y los closers no llegaron hasta los 90. Con tres carreras de ventaja las victorias son del 97%, con dos del 93% y con una del 85%. Entones, ¿por qué los equipos se gastan tanto dinero en los closers? Difícil respuesta, podríamos hablar del factor emotivo, perder un partido en el último suspiro es mucho más duro para el equipo, tras todo el esfuerzo realizado durante horas perder al final es un golpe duro para la moral del equipo, sería perder 2 partidos de 20, pero esos dos partidos pueden marcar la diferencia entre entrar en la Wild Card o no estar. El ejemplo lo tenemos en la temporada 2013, donde las plazas para los Playoffs no se decidieron hasta el último día. Los entrenadores deben poner al closer al final del partido porque les pagan mucho dinero por hacer esto, porque se preparan cada día para mantener esta presión o porqué la prensa de tu equipo te destrozaría si pierdes un partido por no querer poner el closer cuando le toca salir, un debate apasionante. Si queréis profundizar más en este tema os recomiendo este genial artículo de Joe Posnanski.
Y cada closer tiene una canción cuando entra al campo, el canto del guerrero para el fin de la batalla.
Mariano Rivera: Enter Sandman de Metallica.....
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