Esta reflexión se sustenta en que entre 2016 y 2019, Europa ha movilizado alrededor de 130 millones de euros, a través de los clústeres, para poner en marcha proyectos que contribuyesen a mejorar las capacidades innovadoras de las pymes.
Según un informe recientemente publicado por la Comisión Europea[1], España ha liderado, con mucha diferencia, tanto el número de solicitudes presentadas como el de clústeres participantes y el de pymes beneficiadas de estas ayudas. En concreto, los clústeres españoles han copado alrededor del 18% de todas las solicitudes presentadas en las cinco convocatorias del programa “Cluster facilitated projects for new value chains” (INNOSUP-1) de la Comisión Europea y más de 170 pymes españolas han conseguido financiación, siendo el mayor número de empresas beneficiadas por país.
En total, la Comisión Europea ha puesto en marcha, entre 2016 y 2019, 18 proyectos a través de los cuales se brindó apoyo a 1.006 pymes.
Esta convocatoria nació con el objetivo de proporcionar apoyo a las pymes en sus procesos de innovación y canalizar ese apoyo a través de intermediarios, fundamentalmente clústeres. Se trata de un modelo de financiación en cascada basado en la colaboración para mejorar las capacidades de las pymes para crear nuevas cadenas de valor industriales que promuevan el desarrollo de industrias emergentes en Europea.
Los clústeres se encargan de presentar y gestionar los proyectos y los fondos, dado que al menos el 75% del presupuesto total debe asignarse a las pymes a través de financiación directa, servicios de apoyo directo a la innovación u otras medidas. A través de estos fondos y de los clústeres, se impulsaron colaboraciones intersectoriales, lo que ha permitido cerrar acuerdos de colaboraciones entre pymes europeas y, a su vez, entre pymes europeas y pymes de otros continentes, además, se fortaleció el liderazgo industrial de la Unión Europea al potenciar el desarrollo de industrias emergentes.
Según la propia Comisión Europea, el presupuesto movilizado a través de los clústeres se utilizó de manera eficiente y destaca su actuación como intermediarios fundamentales para ampliar el alcance de este tipo de ayudas. Además, destaca a España como uno de los países con mayor índice de satisfacción de las pymes participantes, seguido de Francia, Italia y Alemania.//
[1] ‘The effectiveness of innovation public support for SMEs in Europe’ y su anexo (a partir de la pagina 6) Annex on the evaluation of INNOSUPs